AGUIRRE NO HIZO UNA PELLEGRINADA

El bravo técnico mexicano Javier Aguirre no hizo lo que su homónimo Manuel Pellegrini, esto es, no adulteró la competición, no regaló tres puntos, como sí lo hizo Pellegrini, llevándose su Málaga un siete en el Bernabéu. El SEÑOR Aguirre, no tiró el partido, contra el Barça en el Camp Nou, ni tan siquiera pensó en el siguiente partido, al igual que Manolo, que por cierto, tampoco le sirvió para mucho, pues cayó ante Osasuna y se quedó con cero puntos de seis posibles, para dejar al equipo malacitano con “el premio” del farolillo rojo.

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Hecho este último, tras el cual sería susceptible de destitución inmediata, no sólo por dejar a los malagueños en la cola de la tabla, sino por no dar réplica a un Mourinho que insultó a Málaga en la previa, ofendiendo al equipo y a los aficionados blanquiazules. Y el ingeniero chileno no solo no respondió en el campo, sino que lo hizo cobardemente en la rueda de prensa posterior: “no tuvimos nunca la intención de venir a disputar los puntos”. Por cierto, no oímos a Mourinho llorar e insultar como sí lo hizo cuando el Sporting no salió con los titulares en el Camp Nou. Ahora la liga no está amañada, porque le conviene.

El vasco Aguirre puso lo que tenía en el Estadi, para nada tiró el partido, esperó al Barça muy atrás, con las líneas muy juntas y sin dejar espacios a los peloteros azulgranas. Y sólo la categoría de Messi, yéndose de tres defensas y dando el pase de la muerte, permitió a Keita dejar los tres puntos en casa. A esto hay que añadir el mando en plaza del jefecito Mascherano, y el paradón de Valdés, mano a mano con Sinama. Los de Guardiola dominaron el partido de cabo a rabo, con un dominio aplastante, pero a pesar de eso, el Zaragoza siguió compitiendo y no tiró el partido. Lo que propició una derrota por la mínima con honor y una victoria muy valiosa.