ALONSO YA LIDERA EL MUNDIAL

Y lo hace con autoridad, con dominio, con fiabilidad, la que le da el ser el bicampeón del mundo y el mejor piloto de la parrilla en la actualidad. Eso sí, el asturiano lleva la suerte de cara en las últimas cuatro carreras, a los abandonos consecutivos de Hamilton, se unió ayer en Corea la desgracia para Red Bull, que habiendo dominado todo el fin de semana y copando la primera línea en la salida, vieron como primero Webber cometía un error y se estrellaba contra el muro y contra Rosberg, y luego como Vettel tenía que retirarse tras liderar toda la carrera por una rotura en el motor.

Todo a pedir de boca para Fernando, ¿quién nos lo iba a decir? Que a falta de dos pruebas lidere el mundial, cuando allá por julio dábamos todo por perdido al tener por delante a cuatro pilotos a muchos puntos de distancia y al no verse mejoras en su monoplaza. Pero qué lección de pundonor y qué espectacular remontada ha realizado el piloto de Ferrari, que ha ganado 5 de las últimas 7 carreras. Todo ello para poder proclamarse campeón en el próximo circuito de Interlagos en Brasil.

La carrera fue un desastre en lo que a organización se refiere, no se podía esperar otra cosa de un circuito cosido con alfileres y rematado a última hora con la colaboración del ejército. La lluvia hizo acto de presencia y se vio toda la vulnerabilidad de la pista, mal drenaje y peor organización. Se rodaron muchas vueltas (demasiadas) detrás del safety car, habiéndonos birlado la salida, uno de los alicientes de toda carrera de Fórmula 1. Pero eso ahora es lo de menos, lo importante es que Alonso consiguió la victoria, su primer triunfo con lluvia, y que es líder del mundial en solitario. Su sutileza en el pilotaje y su audacia lo avalan, parece predestinado a conseguir su tercer campeonato del mundo.