ALONSO TERCERO, TRAS LAS BALAS RB6

Subió al pódium Fernando Alonso, y lo hizo en el tercer lugar del cajón. Lo más a lo que podía aspirar en Suzuka, tras las dos balas intratables de Red Bull, los monoplazas que mejor mezclan el downforce y el índice de penetración del aire, con lo primero pegan el coche al asfalto como una lapa, fundamental en tramos revirados y rápidos como los del circuito japonés, y el índice de penetración toma relevancia en las rectas, para que el aire circule a través de los elementos y el vehículo corra lo más veloz posible.

Fernando acabó contento la carrera, sigue pensando que con podios será suficiente para ser campeón del mundo. (Discrepo, más que nada por el downforce y la penetración, siento ser pesado). Su carrera fue brillante, incluso se volvieron a ver las evoluciones de su F10, pisó los talones a Vettel y a Webber durante todo el trazado japonés de principio a fin, cuando nadie esperaba que el asturiano estuviese enseñándoles el morro a ambos.

Eso sí no fue suficiente para evitar el tercer doblete de los Red Bull, en una carrera con muchas incidencias antes de la primera curva, con atropellos de Hulkenberg y Massa a Petrov y Luizzi respectivamente, y con el abandono de Kubica a los pocos instantes tras perder un neumático. A Button, que hizo una magnífica salida, le salió mal la estrategia de salir con neumáticos duros y Hamilton sigue con su mala racha particular y perdió la tercera marcha, acabó en un buen quinto puesto, pero parece que las balas de plata van cediendo su nombre a favor de las balas RB6, con permiso del Ferrari de Alonso.