EL MADRID VE BROTES VERDES

Con el pánico metido en el cuerpo nos hemos levantado los culés esta mañana, nada más ver la periódicos de la caterva cibelesca y del relañato: “El Barça tiene miedo al Madrid”. Esto es, del “Hay que ir a por las copas” y el “La liga ha muerto”, de hace 24 horas, hemos pasado en un abrir y cerrar de ojos, al temor atroz de Guardiola y sus jugadores al eterno rival. No me digan que no tiene su gracia. Después del miedo vendrá, el canguelo, el espíritu de Juanito, el “villarato”, cuando el Barça empate, vendrán con lo del fin de ciclo y cuando no les queden topicazos, ni nada a qué agarrarse, siempre quedará el clavo ardiendo.

Si tras la dolorosa derrota en Pamplona, la gran mayoría del madridismo daba por perdida la liga, hoy parece que hay brotes verdes para luchar por ella. Viva el optimismo de boquilla y la moral del Alcoyano. ¿Qué es lo que ha cambiado? Que sepamos, los tres mejores jugadores del mundo (Messi, Xavi e Iniesta) siguen en el Barça ¿no? Vamos que anoche se cerró el mercado invernal a las 12 de la noche y un servidor no oyó nada de que Florentino fichase a esos tres cracks. Ni nada por el estilo.

Por supuesto, que a pesar de los años luz que separa el juego de unos y de otros, tanto en sofisticación como en contundencia, no es procedente lanzar las campanas al vuelo, ni realizar celebraciones anticipadamente. Y esto es exactamente lo que ha querido transmitir Guardiola, que todo está bien encaminado, pero que hay que seguir trabajando con la misma intensidad e idéntico respeto, con humildad y sin salirse de los renglones preestablecidos.

Ahora bien, ¿miedo?. Es un concepto extremadamente novedoso este del miedo a sacar siete puntos al segundo, miedo a ser un referente a nivel mundial, miedo a dar una soberana paliza por 5 a 0 a los merengues. Y es que hay cosas que son muy “difíciles de digerir”. Así que por mucha “mieditis” que intenten trasladar desde la capital, por mucho que Pep diga: “el Madrid es el Madrid”, también el Osasuna es el Osasuna, y el Barça es el Barça, mucho Barça.