ÖZIL ES MEJOR QUE MESSI

Mesut Özil ha hecho un buen mundial con Alemania y ahora ha encadenado dos notables partidos con el Madrid. ¿No les parece que se está demorando “la caterva cibelesca” y “el relañato” en iluminarnos con otra patética comparativa con Messi?. Están tardando. Se la espera de un momento a otro, es la envidia rabiosa procedente del forofismo más radical, aunque más que procedente, diríamos mejor improcedente, porque no proceden equiparaciones irracionales no justificadas.

Al argentino no se le puede medir con nadie, porque nadie le aguanta el ritmo, se suceden uno tras otros los sonrojados en estos duelos. Ya quedaron retratados unos cuantos con parangones precedentes. La primera comparación odiosa que tuvo que soportar Messi fue la de Robinho, que no le aguantó ni unos meses porque el brasileño hizo una temporada nefasta; luego le tocó el turno a Robben, que fue el que mejor perder tuvo, afirmando que “Messi era el mejor del mundo, un extraterrestre”; la temporada pasada le tocó a Cristiano, al que ya había descosido en la final de Champions en Roma contra el Manchester. Tocado. Y al que acabó de romper la temporada pasada con unos números estratosféricos y una liga que se decidió al final en favor del Barça con un Messi estelar. Hundido.

Todos han sucumbido, uno tras otro, ante el don y la clase que posee Messi, pero en estos últimos días se retoma el debate, alimentado por una prensa interesada. Guardiola y Piqué ya se han apresurado a decir que Messi es el mejor del planeta a una enorme distancia del segundo. Compararle con el portugués es más una pugna mediática que real, aparte de absurda, porque entre ambos no hay contraste susceptible de sustentarse. Entre otras cosas, porque Cristiano lucha por ser el mejor de la temporada y Messi lucha por ser el mejor de la historia.