DE GIJÓN A FUENTEALBILLA

Ayer, entre cañas, aceitunas y montaditos, hacíamos apuestas entre los amigos sobre cuántos partidos de sanción le caerían a Ufjalasi I El Despreciable por el entradón al tobillo de Messi. Que si cuatro por violento, que si los mismos que tarde en recuperarse el argentino, ... En esto que llega un rezagado con la noticia de que le han puesto dos partidos. En un principio no dábamos crédito, pero comenzamos a asumir esta nueva cacicada del Comité de Competición. Vamos que si por ver la roja te cae un partido, queda el mensaje subliminal, que puedes romper tobillos, ligamentos o tibias, que te saldrá barato, tan sólo un partido más. Esto sólo pasa aquí, pero qué se puede pedir con semejantes bocachanclas.

Como esto no tenía solución, proseguimos arreglando el país, eso sí, tras una segunda ronda de cerveza, que aunque sea muy meona, refresca que es un primor. Y hablando de miccionar, salió el tema de Guardiola, del que dicen que “mea colonia”, por sus declaraciones irónicas y desafiantes. La cuestión se zanjó en un pispás, el mister está genial a la par que elegante, poniendo a la caterva cibelesca y al relañato en su sitio y dejando a algún “indacente” periodista a la altura del betún, afirmando que no se puede decir que hay que para a un jugador por lo civil o por lo criminal. Este sí que meó fuera del tiesto.

El sanedrín culé de la pandilla se congratuló por las palabras de Manolo Preciado, en las que sólo tenía buenas palabras para Messi, Villa, Guardiola y el Barça en general. En este punto del día, el rezagado con unas cañas de menos, apuntó que el halago debilita y que ojito con el Sporting, no vaya a pasar lo del Hércules.-Nos dio que pensar,... pero poco ¿eh?-.

Otro asunto que salió a la palestra, y que nos llena de orgullo y satisfacción “juancarlista”, son las ovaciones sentidas que está cosechando Iniesta por los campos de España cuando es sustituido, unos aplausos merecidos por la parte que le toca de la Copa del Mundo, y por ser ese humilde crack manchego. Aquí unanimidad entre los presentes, levantamos todos las birras al unísono y brindamos por la próxima paternidad de Don Andrés. ¡Viva Fuentealbilla!¡Visca el Barça!