EL TANGO BAILA AL TIQUI-TACA

O lo que es lo mismo, Argentina 4 – España 1. Contundente victoria de la albiceleste en el Monumental de Buenos Aires, contra una Roja que fue menos roja que nunca y se dejó un poco de su bien merecido prestigio. Mal estreno del premio Príncipe de Asturias del deporte con el que fue galardonada ayer mismo la Selección.

.

Pero claro Argentina se lo tomó como una final, como si jugase la del Mundial, que no pudo jugar. En contraposición con La Roja, que salió con la misma displicencia que mostró su entrenador, Del Bosque, cuando decidió sacar una alineación distinta de la titular, sobre todo en la retaguardia, en la que a un disperso Piqué lo acompañaron jugadores con los que no te jugarías unos octavos de final como: Arbeloa, Marchena, Monreal o Reina.

Si ayer precisamente declaraba Luis Aragonés que Raúl dejó de ir a la selección porque le venía grande, no te quiero contar a tipos como Marchena o Arbeloa. Además “el hombre tranquilo”, anoche más tranquilo que nunca, se dejaba en el banquillo al cerebro del equipo, al generador de este maravilloso círculo virtuoso que vive la Selección, Xavi Hernández. Que si tiene que jugar sólo una mitad, que juegue la primera, ¿no?. Dicho lo cual, tampoco hay que rasgarse las vestiduras, que al fin y al cabo era un amistoso y hay que repartir minutos y cansancio.

Quizás el castigo fue excesivo, pues los nuestros dominaron de cabo a rabo el segundo período, y cabe reseñar que estrellaron tres tiros en los palos, pero es que también hay que contar con que en el otro bando estaba el mejor jugador del mundo, Messi, que casi nunca juega bien con su selección, pero que ayer se salió, recordó al del Barça y por fin recogió una sonora ovación de sus compatriotas cuando fue sustituido.

De todas formas, con derrota o con victoria, lo que sí se reclama desde este blog triculé es menos mamoneo a los gerifaltes de la Federación, que a 7 de septiembre, como quien dice a comienzos de curso, La Roja ha jugado ya tres encuentros, dos de los cuales amistosos y nada menos que en Méjico y en Argentina, vamos que sólo les ha faltado colocar uno entre medias allá por Australia.