IBRA, EL BARÇA, EL MILÁN Y LA FILOSOFÍA

El elemento de Ibrahimovic se fue del FC Barcelona por la puerta de atrás y repartiendo estopa contra Guardiola, al cual le dejó el sobrenombre de “el filósofo”. No gastaremos ni una línea más en hablar sobre quién tuvo la culpa, de los feelings o no-feelings, dejemos que el sueco triunfe en Italia, y tanta paz lleve como descanso deja.

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Pero lo del “filósofo” da pie a hablar de la filosofía de su nuevo club, la del Milán, porque la de cantera que lleva el sello Barça es hoy por hoy inmejorable. Pues bien la de los milanistas era en otros tiempos la de fichar a lo mejorcito del panorama futbolístico y luego pasó inexplicablemente a contratar a cualquier futbolista en declive que sobrepasaba los treinta y tantos. Lo cual ha redundado en la no consecución de títulos relevantes en los últimos siete años. Ahora parece que trata de cambiarla, y le da por los fichajes díscolos, así se hizo con los servicios de Ronaldinho hace dos años y este ha querido sumar dos cromos más (Ibra y Robinho) a esta peculiar colección.

Por cierto que da qué pensar lo del pago del conjunto rossonero al City, alrededor de 18 millones de euros por Robinho y de cero millones al Barça por Ibra, siendo el traspaso del sueco anterior al del brasileño. Huele a tomadura de pelo, pero en fin, a ver si los 24 de la opción de compra obligatoria del año próximo llegan a las arcas del Camp Nou. Está por ver.

A lo que iba, lo normal sería que a Ronaldinho, Robinho y compañía les dé por ir de discotecas, y que en vez de entrenar se pasen el día en el gimnasio, ya digo, que esto sería lo normal, pero como a estos tíos se les crucen los cables y les dé por jugar al fútbol, aquí habría un candidato serio al Scudetto, y lo más inquietante, un sólido aspirante a la Champions. Esperemos que no se les crucen los cables demasiado.