
Con manifestaciones de este calibre y realizadas por personas relevantes en el mundo del fútbol, el histrionismo del “relañato” queda feo, obsoleto y ahogado en su propia mala baba. Queda a la altura del betún, algo con reminiscencias de épocas fascistas, como algo sin parangón en la historia del periodismo reciente. ¿Dónde quedan los códigos deontológicos de la prensa madrileña?¿Dónde queda aquello de que el periodista informará con rigor, imparcialidad, objetividad y honradez para que el ciudadano pueda formarse su propia opinión? ¿Dónde queda que la difusión de la verdad es un deber ineludible del periodista? ¿Dónde queda que el conocimiento de la verdad es un derecho irreductible de la ciudadanía?¿Dónde queda todo esto periodistas parciales de tres al cuarto, sectarios de la superchería? ¿Dónde está vuestro código moral, golfos estafadores? ¿Dónde?
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