QUE SIGA LA RACHA

Invicto y ya van veinte jornadas ligueras. Brillante trayectoria la de este Fútbol Club Barcelona. Esta vez la víctima fue el Sporting y el héroe fue Pedro. “El martillo de Ucrania” una vez más, el que en vertiginosa galopada desde el centro del campo hacia la portería contraria, batió al portero asturiano, dicho sea de paso, el mejor de su equipo. Fue él, quien evitó la goleada con varias intervenciones de mérito.


El Barça no sólo consiguió la victoria en El Molinón, sino que además pasó por encima del equipo rojiblanco, con un recital de juego y de ocasiones. No tuvieron suerte los ejecutores azulgranas de cara a puerta. Messi no estuvo fino, Ibrahimovic sigue sin ver portería e Iniesta falló también lo suyo. A esto hay que unir la buena actuación de Juan Pablo y algo novedoso, la falta de generosidad culé en los metros finales: Ibra no se la dio a Messi, Pedro no se la dio a Ibra y Messi no se la dio a Pedro. Todos se llenaron de balón, se hizo abstracción de la esplendidez, nadie brindó el último pase a un compañero mejor ubicado. Otra situación poco altruista, fueron las pocas aperturas que recibió Puyol en su función de carrilero, que se hartó de pedir la pelota, siendo una la lástima, porque se le veía con ganas y las veces que le llegó el balón creó peligro, llegando hasta la línea de cal.

A estas críticas, a las que serían susceptibles de añadir, la floja actuación de Leo y la displicencia de Zlatan, hay que sumar la falta de reacción desde el banquillo barcelonista, cuando el Sporting achuchó unos minutos e hizo temer por el pírrico triunfo culé. No se entendió la no inclusión de Touré por un fatigado Messi, para controlar la medular desplazando a Iniesta al extremo u otra solución análoga. Pero en definitiva, se logró el objetivo, que no era otro sino sumar los tres puntos, que sirven para mantener distancias con los perseguidores y para consolidar el liderato de un Barça poco contundente, pero muy sólido.