domingo, 21 de febrero de 2010

GOLEADA A MEDIO GAS

Reaccionó contundentemente el campeón tras la primera derrota liguera y endosó cuatro goles a un displicente Racing de Santander, que apenas opuso resistencia. Fue tal el dominio del Barça, que los cántabros no tiraron ni una sola vez entre los tres palos. Si a eso le añades un fallo defensivo garrafal en el primer gol de Iniesta y la formidable puntería culé a balón parado, dos tiros, dos goles, marcados por Henry y Márquez, pues es para desmoralizar a cualquiera.


Con todo el pescado vendido, la segunda mitad fue un mero trámite. El Barça dejó pasar los minutos, dosificando y pensando más en el Stuttgart. Cuando el tedio se apoderaba del respetable apareció Thiago, a poco del final, para colocar el definitivo 4-0 en el luminoso.

Llama la atención, en una temporada donde el Barça no destaca por sus marcadores abultados, que se lograse un póker, precisamente en día en el que faltó el killer Ibrahimovic y cuando el pichichi Messi se tomó un día de asuntos propios, porque estuvo pero como si no.

Nada más susceptible de resaltar, salvo que vimos un poco del mejor Márquez con su preciso pase “koemaniano” en el primer tanto y su milimétrico disparo en el libre directo. Y como no, volvió Don Andrés, que se adueñó de la medular cual mariscal con mando en plaza. Y para celebrar sus 300 partidos con la casaca blaugrana, abrió el marcador, estrenando su casillero anotador en esta liga. Ya tocaba, pues el último gol del de Fuentealbilla fue… ¿recuerdan? Sí, sí. Fue ese, “el iniestazo”.

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