Malas noticias en Can Barça, ayer se lesionó Abidal para dos meses. Una lástima, pues el francés estaba en inmejorable forma. Se amontonan las bajas en la línea defensiva para la visita al Calderón, a los sancionados Piqué y Márquez, se unen las bajas por lesión de Alves y Abidal, menudos cuatro, cualquier equipo europeo se daría con un canto en los dientes con formar con esa línea de cuatro en sus filas.
En otras ocasiones se hablaría de elucubraciones, de improvisaciones, de recomponer el sistema, esta vez nada de eso, no ha lugar a cavilaciones diversas, no hay más cera que la que arde, juegan los cuatro que quedan: Puyol, Chygrynskiy, Milito y Maxwell. No hay vuelta de hoja. Juegan estos o juegan estos. El capitán, el mariscal y el brasileño no son sospechosos en modo alguno, ahora bien, planea en el ambiente la duda sobre Dimitri. Pero esta vez Guardiola no lo podrá tapar, ni tan siquiera dosificar. El noi de Santpedor entrena estos días con Bartra y Fontàs, pero con 24 millones aún por amortizar, Chygry tiene que dar la cara, bueno la cara, las barbas y lo que haga falta. En la capital se frotan las manos solo de pensar en los vertiginosos Kun y Forlán cara a cara contra el pausado ucraniano.
Y mañana se juega la vuelta de Copa, entre el Racing y el Atlético, los cántabros escocidos con los arbitrajes en sus dos últimos duelos con los del Manzanares, saldrán con el cuchillo entre los dientes para tratar de voltear la eliminatoria. Con lo cual, el Barça también juega ese partido. Por una vez, Pep podrá estar pendiente exclusivamente del juego del equipo colchonero, porque no tendrá que pensar nada en la alineación, Valdés es fijo; en la medular, con Yayá tocado, juega Busquets, Xavi siempre está, y Keita debe estar para ayudar a la zaga; y arriba el tridente: Messi-Ibra-Iniesta. Y en defensa los cuatro que resisten con Chygrynskyi en el eje.
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