lunes, 5 de octubre de 2009

LA CEGUERA DE LOS TARUGOS

Cuando llego los lunes al trabajo, hay un empleado que, tras una victoria culé, siempre analiza-sintetiza el partido del Barça con la misma coletilla: “a medio gas”.
Hoy, por primera vez, me pareció un análisis certero, se ganó así “a medio gas”.
Pero ya que entramos en harina coletillera, hay más que siguen esa línea:
Otro penalti al limbo, y ya van..., otro árbitro haciendo ensayos sobre la ceguera, y ya van..., otro equipo rival que sale con once defensas, y ya van..., y otro “pedrazo” del “Martillo de Ucrania”, ahora también conocido por PR17, y ya van...

Para salirse de esa pánfila línea aburrida , tuvimos el pormenor que nos dejó Hugo “creído” Sánchez, que no sólo alabó a su equipo, sino que dando muestras de su tradicional humildad, se atrevió a decir, tras su “oda al fútbol de ataque”, que le respeten la patente cuando otros copien su excelsa táctica. Y no conforme con el desatino, apostilló que se iban contentos para Almería.

Obviamente, al mexicano su irregularidad intestinal le jugó una mala pasada. El otrora pichichi, adalid del fútbol de ataque, goleador insaciable, se bajó los pantalones y metió once tíos en su propia área, y consiguió igualar el lastimoso récord de no tirar una sola vez entre los tres palos. Pero eso es baladí, lo importante es que Hugito esta vez no se agarró sus partes en el Camp Nou y se fue tan feliz y tan flower-power, y ahora ya puede volver al papel higiénico normal y dejar el de doble capa que usó durante toda su estancia en Barcelona. Como reza el dicho: “A veces los tarugos no nos dejan ver el bosque”.

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