¡Al loro! regresa Laporta, ¿la volverá a liar?

Joan Laporta, ex presidente del FC Barcelona, anunció ayer que se presenta a la elecciones del mejor club de la historia, del CLUB. L'amic Jan pasa por ser el presidente más la laureado de la historia del Barça, a él se le debe "el círculo virtuoso" que comenzó con Ronaldinho y la portentosa apuesta por Guardiola como entrenador.

Laporta cumplió con su misión, dirigir el club y sacar lo mejor del mismo, pero también se metió en demasiados "fregaos" con los que corrió el riesgo de ser recordado como un bufón y no como el dirigente con el mejor currículum del club azulgrana, el que lo sacó de la nefasta gestión de la directiva precedente.

Algunos líos como llamar imbécil al presidente extremeño Fernández Vara; capaz de tener enfrentamientos tanto en Manchester como en una trobada de peñas culés; susceptible de besarse con Rosell y de acabar tirándose los trastos; o de dejarnos el enorme lunar del asunto del espionaje;... sembró demasiados vientos como para salir indemne de las tempestades que lo anegaron.

Y no era de recibo escudarse, exclusivamente, en la campaña mediática de la caterva cibelesca, esas eran y son el pan nuestro de cada día, y también las sufrieron en sus carnes: Nuñez, Gaspart, Rosell y Bartomeu. Lo único que se necesitaba es tener mentón para encajar los golpes. No le valió a Joan esa huida hacia adelante para encubrir o disimular las sombras que empañaron un trabajo ciertamente espléndido. Ese victimismo tampoco le sirvió en demasía para los proyectos políticos catalanistas que emprendió tras dejar el cargo.

Laporta vuelve a intentar el asalto a la presidencia, esta vez sin su "Elefant Blau", y sin aquel victimismo ulterior, pero uno, al menos, espera que vuelva el tipo comedido, respetuoso y discreto, porque si se impone a sus rivales como auguran las encuestas, es lo que necesitaremos, un presidente moderado, que nos deje los juramentos y las pestes a los aficionados de a pie, y que él represente al Barça con determinación y bravura. A cada cual lo que le toca.