PÓQUER PARA UN PLENO CULÉ A DOMICILIO

Uno tiene en su retina azulgrana, en cuanto a lanzamientos de falta se refiere, los zambombazos de Ronald Koeman o los zurdazos roscadísimos de Rivaldo, pero en el Barça actual, donde el espectáculo lo pone el tiki-taka y lo dispone el número uno mundial, Lionel Messi, de vez en cuando se echan de menos esos tiros libres que nos levantan del asiento, nos agitan sobremanera o como a Guardiola nos hacen exclamar instantáneamente: “¡golazo!”. Anoche en Riazor tocó disfrutar con uno de esos espectaculares lances, corría el minuto 51, cuando Messi con su prodigiosa pierna izquierda, alojaba en la portería del Deportivo un disparo tan preciosista como efectivo. Un maravilloso gol de falta (salvo para el lamentable locutor de la Sexta, que aseguró que Aranzubia podía haber hecho algo más, ¿desde cuándo se puede hacer algo más cuando te colocan un misil por la escuadra?). Era el 0-2 y la tranquilidad para el FC Barcelona, en un campo donde los de Lotina, sólo habían perdido una vez esta temporada.

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Antes de esto, el Barça mareó al Depor con su manejo del esférico, con un ritmo alto de balón, a pesar de que Xavi lo contemplaba desde el banquillo, junto a Busquets, los blaugranas meneaban una y otra vez a los gallegos, a pesar de la correcta disposición de los de casa, siempre perfectamente ordenados y cohesionados. Eso sí, sin demasiada profundidad, ya que hasta el gol de Villa a la media hora de juego, con pase al hueco de Messi incluido, no se vio disparo alguno a portería por parte de ninguno de los dos contendientes.

Lotina quiso tener algo el balón y disputárselo al Barça, para ello modificó su habitual línea de cinco en la defensa, por una de cuatro, para tener más presencia en la medular, pero nada pudieron hacer ante el buen hacer en lo físico de Mascherano y Keita, y ante la correcta distribución de Iniesta. Algo de eso consiguió cuando salió Valerón en la segunda mitad, pero ya era tarde para remontar a este gran Barça, que conseguía su novena victoria consecutiva fuera de casa, algo histórico, que acabaron de rematar con dos acciones magníficas: Iniesta y Pedro, con sendos zurdazos cruzados desde el extremo derecho, para dejar el definitivo 0-4 en el marcador.

El “manita team” pudo haber sido fiel a su apelativo, si el árbitro no hubiese anulado un gol de Abidal, en el que el francés arranca en posición dudosa (“du-do-sa”, no en claro fuera de juego como insistió el parcial locutor de la Sexta).

No podemos dejar de comentar, la nueva ” Indacencia” que nos trae hoy el Marca a su portada, donde hacen referencia a este duelo con el desafortunado titular: “El Depor sólo hizo 8 faltas al Barça”. Haciéndose eco de la patética línea de pensamiento de su director, el tal Inda, sí ese sujeto miserable tirando a muy miserable, que no hace mucho dijo que “a Messi había que pararlo por lo civil o por lo criminal”. De vergüenza, una vez más.