ESPADAS, BASTOS, OROS Y COPAS

Hoy se la juega el Barça en La Catedral, magnífico estadio donde los haya, en cuyo césped por cierto “el balón no dará saltos como un conejo”, como afirmaba Busquets del terreno del Camp Nou. El Athletic Club llega crecido tras el partido de ida, donde blandiendo espadas, jugó todas sus cartas y consiguió mantener su portería a cero en el Estadi, (0-0) cosa que no puede decir casi nadie, de hecho últimamente los rivales venían encajando goles de cinco en cinco.

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Será la primera final para el FC Barcelona en este curso 2010-2011, con las implicaciones que ello conlleva, puede ocurrir que los azulgranas pierdan y se rompa la baraja, hasta el mejor escribiente echa un borrón o dicho de otra forma “hasta Los Lakers caen derrotados de vez en cuando” como comentó Guardiola, que hoy cumple 150 partidos dirigiendo la nave blaugrana. El de Santpedor mantiene la duda de Puyol, que sale de una lesión, si juega este, se mantendría “el manita team” con la entrada de Pinto por Valdés bajo palos, si Pep decide no arriesgar con el Tarzán de la Pobla, lo factible es que Abidal acompañe a Piqué en el centro de la zaga, y que Adriano ocupe el lateral del galo. Incluso que el nuevo fichaje, Afellay tenga unos minutos, si no pintan bastos.

Se da la extraña circunstancia, como viene ocurriendo en la mayoría de los asesoramientos médicos, ora este producto es saludable, ora es pernicioso, que en la actualidad lo altamente recomendable parece ser que es jugar entre semana, porque mantiene un alto ritmo de competición, preparación y concentración.

Lo que no cambia de la noche a la mañana es el mejor jugador del mundo, el próximo Balón de Oro estará allí. Porque asistirán los tres candidatos, los tres oros: Xavi, Iniesta y Messi. Esta noche el argentino debutará en el nuevo año, para tratar de ser ese elemento desequilibrante que vuelve loco a cualquier defensa, por muy sólida que esta sea. Quizás hoy sea más asequible, pues los bilbaínos no podrán contar con su pareja de centrales titulares, Amorebieta y San José. A buen seguro los de Caparrós no están preocupados, saben que cuentan con el respaldo de un San Mamés a rebosar y con el estímulo de hacer algo importante en su competición favorita. Dicho sea de paso, en la cual el Barça es el gran dominador, por algo es el rey de copas.