jueves, 10 de diciembre de 2009

¿SUSTO O MUERTE?

Pues al Barça no le dieron a escoger. Le tocaron las dos cosas: susto y muerte. Desde el sorteo champions ya se vio encuadrado en el grupo de la muerte, que lo fue hasta el último partido de la liguilla. Y el susto sobrevino a los dos minutos de partido, cuando Valdés, todavía frío y emulando a Arconada, no atajó una falta que se le coló por debajo del cuerpo, 1-0 y a sufrir.

Este gol no condicionó al equipo azulgrana, que siguió como si nada, a lo suyo, tocando, dominando, abriendo el campo y buscando huecos. Hasta que tras una jugada trenzada, Abidal alcanzó la línea de fondo, dio el pase de la muerte y marcó Xavi, para celebrar sus 100 partidos en Champions. Se está acostumbrando el francés a poner el centro definitivo, parece que este año tiene más libertad para subir, ya no sólo es Alves y el carril derecho. Hasta el golazo de falta de Messi, que sentenció el partido, la portería culé no fue inquietada en ningún momento, gracias a que el Barça dominaba y dominaba hasta marear, con posesión abrumadora cercana al 80 por ciento.

La lamentable actuación del colegiado inglés, que permitió el juego duro del ejército ucraniano, si no pena de muerte, sí que merece algún tipo de condena. Les permitió patadas y marrullerías, e inexplicablemente el Dinamo acabó con once jugadores. Y como la noche era propicia para sustos, el último nos lo dio Leo con un posible esguince, tras tarascada y consentimiento arbitral. Esperemos que sólo quede en eso, en un susto, y el Balón de Oro pueda jugar en breve. Con el objetivo cumplido y reforzados, ahora a muerte a por el rival de octavos.

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