jueves, 5 de noviembre de 2009

AGUA EN EL HIELO

El Barça hace aguas, empezó el partido a –7, ahora está a –1, algo se ha mejorado, lástima que lo uno eran grados y lo otro puntos. La clasificación se ha complicado y mucho. Quedan 2 cerrajazos más –perdón, 2 partidos más- y se necesitan los 6 puntos, pero con lo caras que están las victorias en este grupo, con 4 podrían valer, pero siempre que saques 3 contra el Inter y se repartan 1 entre rusos y ucranianos, con eso y sumando la raíz cuadrada del logaritmo neperiano de la integral definida de pi a la enésima potencia. En resumen, un guirigay de tres pares y el margen de error está agotado.

En el partido contra el Rubin, mucho control, pero poca efectividad, se vio un Barça de mucho tiqui-taca, pero con poca profundidad y muy fallón. Resulta muy difícil jugar cuando el otro equipo, encerrado en su área, sólo quiere destruir. Ningún azulgrana brilló. Mal asunto cuando el mejor del equipo es el portero. Pareció una partida del “hundir la flota”, del juego de los barcos (rusos). Goles: agua. Efectividad: agua. Profundidad: agua. Desborde: agua. Centros al área: agua. Soluciones: agua. Fútbol Club Barcelona: tocado.

Lo malo es que el 24-N llega Mourinho, que ya puso a 11 tíos colgados del larguero en su propia casa, así que en el Camp Nou se pondrá hasta él si le dejan. Lo grave es que vuelve Eto’o al Estadio con ganas de demostrar de todo y a todos. Y aún peor, se juegan todo o nada en Champions ese día, en vísperas del clásico contra el Madrid. Eso sí, el Barça está tocado, pero no hundido.

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