“Happy minute” en el Camp Nou

El FC Barcelona ofreció el happy minute a los escoceses y a los espectadores, en vez de la típica happy hour. Los azulgranas nos regalaron el minuto feliz, y por partida doble, marcando sus dos goles en los últimos minutos de cada parte, para remontar un encuentro de Champions que se había puesto cuesta arriba.

Salieron los de Vilanova con su enésima defensa inédita (Adriano, Bartra, Masche y Alba) y al primer y único disparo a puerta del Celtic, tras botar una falta, gol en propia puerta de “El jefecito”. Los de Lennon se adelantaban sin querer. De nuevo tocaba remar contra corriente, se imponía la quinta remontada de la temporada. El rocoso equipo visitante no parecía estar dispuesto a concesión alguna, y con una maraña de torres bien ubicadas, no dejaba progresar a los catalanes en los metros finales. Estos se perdían una y otra vez en el penúltimo pase, tratando de asaltar el muro verdiblanco.

Tuvo que ser una triangulación de la trinidad mágica blaugrana: Messi, Xavi e Iniesta, para que el manchego empujase el esférico a las mallas en el minuto 45. El Estadi respiraba. En la reanudación más de lo mismo, el monólogo culé y las incorporaciones de Tello y Villa, en lugar de los inoperantes Alexis y Pedro, no alteraron el orden inamovible de la férrea estructura glasgowiana. Hasta que en el minuto 94 una jugada entre laterales, centro de Adriano y remate de Alba, se saldó con el tanto definitivo, el de la victoria, cuando los celtas ya paladeaban en sus gaznates el sabor del empate, se quedaron sin celebrarlo con un buen whisky escocés, y por supuesto, sin su “happy hour”.