Llega la hora de la verdad, juega La Roja y La Roja se la juega. Ante Alemania. En las semifinales de la Copa del Mundo. Son palabras mayores, los germanos suelen estar casi siempre en las finales, por su carácter ganador, por su fiabilidad. Será la reedición de la última final de la Eurocopa, y todos recordamos que grande fue dicha final. Con golazo de superclase de Fernando Torres, al que se espera como agua de mayo… en julio.
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Los teutones asustan por su magnífico estado de forma y por su manera de llegar a este partido, dejando en la cuneta a Inglaterra y Argentina, endosándoles cuatro chicharros a cada uno. Pero hombre por hombre, así a vuelapluma, sin necesidad de exhaustivas comparativas chorras del estilo de la que hizo un tal Enrique Ortego para llegar a la desatinada conclusión de que Cristiano era un poco mejor que Messi, (no sabes lo que nos reímos contigo Enrique), pues eso que a ojo de buen cubero me sale que La Roja tiene en todas las líneas mejores futbolistas que Alemania, haciendo abstracción de Lahm, que mejora ostensiblemente a Capdevila en el lateral izquierdo. En el aspecto de conjunto me sale más análoga la equiparación. Así que entre esto y lo del famoso pulpo que ha predicho que ganarán los de Del Bosque, lo tenemos “chupao”, el pulpo alemán caerá en la paella española.
Anoche se disputó la otra semifinal, sin mucho fútbol que digamos, pero con muchos y espectaculares goles. La Holanda entrenada por Van Marwijk espera en la final del Soccer City de Johannesburgo. Se deshizo de Uruguay en un encuentro sin demasiada historia, salvo por el golazo del Mundial, que marcó Van Bronchkorst de un zurdazo violentísimo desde su casa, colándose por la escuadra y por los emocionantes minutos de prolongación en los que los sudamericanos avivaron la llama que ya languidecía, con un tanto de Pereira, que dejaba el 2-3 en el marcador, a la postre definitivo.
Sería paradójico que los tulipanes ganasen su primer mundial (es su tercera final tras las del 74 y la del 78) con semejante elenco, véase Van Bommel y Gio, dos tíos que jubiló el Barça hace cuatro años, o Heitinga un ex atlético que pasó por el Calderón sin pena ni gloria, o Sneijder y Robben, dos peloteros que prejubiló el Madrid por craso error; en contraposición con aquella espectacular naranja mecánica del fútbol total, que no pudo conseguirlo con los Cruyff, Neeskens y Krol, o con la más cercana en el tiempo de los Van Basten, Rijkaard y Gullit. Si lo consigue, sólo habría una frase para explicarlo, sí, es esa: “el fútbol es así”. Espero y deseo que por justicia futbolera, Alemania o España eviten ese desagravio generacional entre neerlandeses. Sobre todo España. Arriba La Roja.
LA PRENSA DEPORTIVA DE HOY NOS CUENTA:
ResponderEliminar* SPORT. Hoy Alemania-España. No pares Villa.
* EL M.DEPORTIVO. Cesc: inminente llegada al Barça.
* MARCA. ¡A por ellos! (Otra vez).
* AS. El partido de nuestra vida.