EL CURIOSO CASO DE FILIPE LUIS

Filipe Luis, Luis Filipe, tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando. Curioso y llamativo el caso del brasileño. El buen lateral izquierdo, criado en las categorías inferiores merengues, fue pretendido hace un año por el FC Barcelona. Unas desavenencias financieras entre los clubes dieron al traste con el fichaje y con las ilusiones del chaval. Guardiola, ante el enroque de Lendoiro, se decantó por Maxwell.

Filipe Luis, Luis Filipe, tanto monta, monta tanto, en vez de amedrentarse o venirse abajo, se marcó una campaña pletórica con el Deportivo, dando muestras de su calidad futbolística por doquier. En esto que a mitad de campaña, unas décimas después de marcar un gol, le cayó encima el guardameta Iraizoz, y le dejó el tobillo derecho fracturado. Lotina y Riazor lloraron por su héroe. Incluso la plana mayor del Madrid, en su visita a los coruñeses, se acercó a su domicilio a interesarse por su estado de salud (y por el otro estado, el contractual).

Filipe Luis, Luis Filipe, tanto monta, monta tanto, parecía ya, tras charlar con Florentino y Valdano, que lo tenía todo hecho para correr la banda siniestra del Bernabéu. Pero hete aquí, que llegó Mourinho y obvió ese carril para ponerse terco y obcecado con el lado contrario. Maicon, Maicon y Maicon, tiene entre ceja y ceja el arisco portugués. Total que el fenomenal carrilero ha perdido los dos trenes más grandes de Europa.

Filipe Luis, Luis Filipe, tanto monta, monta tanto, empezó a sonar para el Atleti, que no es el Barça, ni el Madrid, pero ante el overbooking de unos y la desidia de los otros, pues a nadie le amarga un dulce. Eso sí tampoco su llegada a la ribera del Manzanares ha sido un camino de rosas, el defensa ha estado entrenando sólo, sin viajar con sus compañeros a Suiza, a la espera de la confirmación definitiva. Parece ser que ayer llegó. Filipe por fin podrá pasearse por la Gran Vía madrileña, esa que inmortalizó Antonio López, con quien competirá por un puesto en el carril del tres, en este caso con el futbolista, no con el pintor. Curioso caso el de Filipe Luis.