ALONSO GANA AL ESTILO DEL PEOR SCHUMACHER

Esta vez Fernando no le cedió el trofeo del ganador a Massa en el podium del Gran Premio de Hockemheim, como sí hizo el Kaiser en 2002 con Barrichello, avergonzándose por alzar el premio por una carrera que le había regalado su compañero de escudería. Pero dio igual, el bochorno para el aficionado a la Fórmula 1 fue el mismo. En esta ocasión amainado por el hecho de que ganó un paisano, pero el trasfondo es el mismo.

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Palabras como trampa y fraude sobrevolaron el paddock al finalizar la carrera. Francamente estuvo mal que lo sugiriesen desde Ferrari, estuvo fatal el descaro con que se dejó adelantar Massa, y estuvo bien la sanción monetaria (a la espera de otra posible en la clasificación). Pero no es menos cierto que la escudería de Maranello ha sido perjudicada un par de veces esta misma temporada, es lo de las ovejas que entran por las que van saliendo. Es cierto también que Alonso fue más rápido en los entrenamientos, y más rápido en carrera, pero la forma en que se produjo el adelantamiento a su compañero fue lamentable. Como también lo fue la salida de Vettel, que encerró al asturiano y trató de echarlo contra el muro. Otra vergüenza. De eso se aprovechó Massa, que salía tercero, y adelantó a ambos en la primera curva. El doblete de Ferrari relegó a Vettel al tercer escalón del podium. Hamilton, que acabó cuarto, mantiene el liderato en la clasificación. De la Rosa que tuvo duelos interesantes, terminó decimocuarto tras chocar con otro monoplaza y Alguersuari finalizó decimoquinto.

Si hace dos semanas titulábamos que Alonso se despedía del mundial tras acabar sin puntuar en Silverstone, ahora tampoco ha variado mucho el escenario, a pesar de la victoria sigue 5º con dos campeones del mundo por delante, Hamilton y Button, y lo mismo ocurre con las balas de los Red Bull. Las evoluciones de los Ferrari y el pilotaje de Alonso reabren un resquicio ilusionante. Pero no para presumir. Siendo realistas el mundial se antoja complicado, muy complicado.