VIKTORIA’S SECRET

Trabajada victoria del FC Barcelona ante el Plzen. Primer triunfo en el Camp Nou en esta Champions League. Nada de “manitas”, ni de plácidas “viktorias”. Por 2 a 0, y gracias. Gracias porque los azulgranas volvieron a perdonar durante una hora larga, la sentencia del segundo gol no llegaba y las contras de los checos hacían temer por el resultado. No obstante, la impericia y nula pegada de estos hizo más llevadero el recelo.

El Barça comenzó trenzando jugadas de escándalo, que sólo se pueden ver cuando juegan ellos o si cargas un videojuego en la Play Station. Así llegó una triple pared entre los dos mejores jugadores del mundo, Messi e Iniesta, en el minuto 10, que culminó el manchego con un recorte “sombreril” y un zurdazo ajustado al poste, sin dejarla caer, que abría la lata. Con un desafinado Pedro y un desafortunado Leo, los de Guardiola buscaban el tercer tanto antes de anotar el segundo. Los cerveceros del Plzen no se descompusieron en ningún momento, presionaron bien con dos líneas muy juntas y salieron a la contra con velocidad, pero con escaso punch.

Con esa solitaria diana se fueron los culés al vestuario, un resultado cortísimo para los méritos de unos y de otros. En la reanudación no cambió el escenario, los culés siguieron acosando a los visitantes, pero ahora con combinaciones interminables y mareando la perdiz, con sus rondos gigantes. El técnico de Santpedor no supo gestionar los cambios, no hubo soluciones para revitalizar al equipo. Así hasta que llegó una arrancada de Messi que rechazó la zaga checa, pero que Villa envió a placer al fondo de las mallas. Era el minuto 82 y el Estadi respiró más tranquilo.

Un Messi estratosférico no anduvo fino de cara al marco rival. Lo intentó en múltiples ocasiones y con diversas variantes. Con regates hasta la cocina, con disparos lejanos, con asociaciones en un centímetro cuadrado, con libres directos, con todos los recursos de crack que posee. Pero la suerte no sonrió al rosarino, dos postes y varios penaltis no sancionados, dejaron en blanco la cuenta anotadora del mejor jugador del planeta. Anoche a pesar de no marcar, estuvo una vez más colosal, brillante y genial, como nos tiene malacostumbrados el 10 blaugrana. Sólo él tiene el secreto de la victoria.