LA VIDA DE MESSI ES MÁS FÁCIL EN BARCELONA

El FC Barcelona derrotó al Racing de Santander por 3-0, una plácida victoria para un equipo blaugrana que jugó a medio gas, pero que contaba con el mejor jugador del mundo, Leo Messi. El argentino volvió anoche a su hábitat natural, dejando de lado los sinsabores de la albiceleste, para brillar de nuevo con el Barça, como sólo él lo sabe hacer. Abriendo la lata, con un gol estelar, en el que una vez más sentó al portero, y dando muestras de su excelsa calidad por todos los pedazitos de césped del Camp Nou.

Los cántabros de Cúper no pudieron en ningún momento con la avalancha de fútbol y de combinaciones trenzadas de los de Guardiola. Ni el rival, ni el temido virus FIFA, inquietaron a los de casa, que disputaron uno de los partidos más cómodos de los últimos tiempos. La vuelta de Iniesta resultó un soplo de aire fresco para las indefectibles triangulaciones culés. El manchego cuajó un buen partido en su vuelta al equipo tras la lesión que lo ha tenido apartado un mes de los terrenos de juego.

La primera parte de los blaugranas fue brillante y sólo la mala fortuna les privó de un marcador más holgado. Tras la enésima diablura de Messi en el 1-0, el Barça jugó a placer, abriendo el campo, circulando el balón a velocidad estratosférica y creando ocasiones una tras otra. Fue en una de ellas, en la que Pedro desbordo por la izquierda y puso un medido centro que Xavi envió a la red de perfecto testarazo. Tan inusual como perfectamente colocado, el cabezazo del egarense llevaba la tranquilidad al electrónico.

En la reanudación la intensidad bajó ostensiblemente y aún controlando el tempo de juego, la fluidez y las llegadas a la meta de Toño se redujeron de forma directamente proporcional a la inocuidad del Racing en ataque. A pesar de este Barça más conservador, pudimos ver el tercer penalti no pitado a Messi esta temporada y el gol del rosarino que cerraba la cuenta, fue un regate eléctrico en una baldosa del crack de Fuentealbilla que disparó al poste, el rechace lo recogió Leo para enviarlo al fondo de las mallas. La noche era susceptible para hacer florituras, Abidal casi anota de chilena, el público acabó coreando a Messi y el Barça volvió a acostarse como líder.