PATO CABALGA, LA PULGA BAILA Y THIAGO SILVA

El actual campeón de la Champions League, el FC Barcelona, comenzó ayer la defensa del título. Cual si de un comienzo de un Mundial se tratase, el último que ganó el trofeo abría fuego. Pero fue el Milán el que dio primero, a los 24 segundos una desbandada de Pato desde el medio campo dejó tirados a los centrales azulgranas de circunstancias, se plantó solo ante Valdés y lo batió por bajo.

Con un estadio circunspecto y tratando de asimilar el varapalo, el Barça se fue soltando y dominó a los “rossoneri” con un Xavi imperial, repartiendo juego a diestro y siniestro. El porcentaje de posesión era abrumador, en torno al 70% para los de Guardiola. Messi era el que más lo intentaba, y fue él, en una internada por la izquierda el que sirvió el pase de la muerte, para que Pedro sólo tuviese que empujarla a puerta vacía. La lesión muscular de Iniesta en el 38 fue lo peor de la noche. Cesc lo reemplazó.

En la reanudación, golazo de falta de Villa por toda la escuadra, para resarcirse de su fallo en Anoeta y congraciarse con la grada. La medular culé controló el tempo del partido, se tuvieron ocasiones para sentenciar, pocas, eso sí. Faltó ambición, y de eso se aprovechó el Milán que dio el mazazo en el 92. En un corner y de medido testarazo, Thiago Silva empataba el duelo, en el segundo disparo a puerta de los italianos en todo el encuentro. El martes y 13 hacía honor a su leyenda urbana.

Puyol, el gran capitán, volvía a los terrenos de juego tras una larga ausencia por lesión. Fue aclamado por el Camp Nou, que, vista la lentitud de la zaga, lo recibió como agua de mayo. No nos queremos imaginar como será el recibimiento a Piqué, el auténtico valladar de la defensa blaugrana, el que cuando falta “se nos cae el invento” como decía Tito Vilanova la temporada pasada, cuando sólo Gerard quedaba ileso de toda la retaguardia.

Parecía un “déjà vu”, empate a dos, con remontada del equipo rival, lesión muscular de un jugador blaugrana. Esta película ya la habíamos visto antes, hace cuatro días para ser exactos. El género es de suspense pero al final se convierte en terror. No la queremos ver más, ni aunque sea el día del espectador.