Pep dispuso una especie de 3-3-2-2, con Pedro y Villa muy abiertos, ampliando el campo por las bandas al máximo, para tratar de abrir la lata. Los bielorrusos, en su afán ultradefensivo, se metieron el primer gol en propia meta. Volodzo vio a Messi a su lado y debió pensar, antes de que lo metas tú, lo marco yo. El segundo llegó tras un testarazo de Pedro a centro medido de Villa. Como no hay dos sin tres, Leo aprovechaba un fallo garrafal del portero, al que se le escapó el balón, para empujarla con la cabeza al fondo de la red.
En la reanudación no cambió el decorado, Valdés continuaba siendo un espectador de excepción y el conjunto azulgrana prosiguió con su dominio, con porcentajes de posesión que superaban el 80%. Messi de nuevo, con un zurdazo eléctrico, igualaba los 194 goles del mítico Kubala. Impresionante lo del argentino, al que ya se le apoda “Ladisleo Messi”. El Guaje Villa cerró “la manita”, tras un robo de balón, batiendo por bajo a Gutor.
Con estos tres puntos el Barça lidera su grupo de Champions y se resarce del empate contra el Milán en la primera jornada. Todo apunta a que será con los italianos contra los que se tendrá que jugar la primera posición. Será en San Siro y todo hace presagiar que será un duelo apasionante.
De siempre los duelos contra los colchoneros han devengado un promedio de tantos elevadísimo, y por ello, ya son enfrentamientos sinónimos de espectáculo. Además llegan al choque liguero los jugadores que ocupan la parte alta del “Pichichi”, veremos en el Estadi a Messi y Falcao con cinco dianas cada uno, y a Cesc con cuatro.
Los porcentajes de posesión fueron favorables al Barça, superando el 70% en ambos partidos. Y parecido sucedió con los disparos a portería, 21 contra los italianos y 18 contra los pamplonicas. La diferencia estuvo en el acierto y en la efectividad. Y es que a pesar de que los blaugranas están teniendo el mejor arranque goleador desde que Guardiola dirige al equipo, contra el Milán el punto de mira no estuvo bien ajustado.
Con un estadio circunspecto y tratando de asimilar el varapalo, el Barça se fue soltando y dominó a los “rossoneri” con un Xavi imperial, repartiendo juego a diestro y siniestro. El porcentaje de posesión era abrumador, en torno al 70% para los de Guardiola. Messi era el que más lo intentaba, y fue él, en una internada por la izquierda el que sirvió el pase de la muerte, para que Pedro sólo tuviese que empujarla a puerta vacía. La lesión muscular de Iniesta en el 38 fue lo peor de la noche. Cesc lo reemplazó.



Esta elevada concentración de jugadores del Barça ha llenado bastante prensa deportiva en sus distintas modalidades, tanto que hasta el propio Del Bosque, directa o indirectamente se vio obligado a recular sobre la marcha, y contra Chile sacó de inicio a solo tres de ellos, pero ese experimento con gaseosa se le volvió en contra, porque en un visto y no visto los chilenos ya ganaban 0-2. Así que tuvo que solventar la papeleta poniendo a la artillería blaugrana en liza. Cesc, Pedro y sobre todo Iniesta, dieron la vuelta al marcador. Con un gol del manchego y dos de Fàbregas, el seleccionador salmantino no quedó con el culo al aire.
Esto nos lleva a pensar lo cómodo que es el trabajo de Del Bosque, no necesita perder tiempo en hacer labores de “scouting” por los estadios españoles, tan sólo debe seguir al Barça y a su filial (recordemos que está convocado Montoya, integrante del Barça B) para confeccionar una selección de garantías.