El
FC Barcelona no tuvo rival en el Young Boys suizo, tampoco tuvo
piedad y le endosó una manita de goles (5-0). Fue de toma pan y moja lo
acontecido en el Estadio Olímpico Lluís Companys, los “Pipiolos Boys” no
dieron la talla en la Ciudad Condal y no se explica uno cómo pueden ser los
campeones de Suiza, y cómo lo hicieron para eliminar al Galatassaray colocarse
en esta Champions. Los de Flick, esta vez sin rotaciones,
dominaron de cabo a rabo a los helvéticos y si hubiesen necesitado 10 goles, a
buen seguro los habrían materializado.
La
vieja guardia culé con Lewandowski, Raphinha e Íñigo Martínez, se
bastaron para golear a los visitantes. Inauguró el electrónico el polaco, que
aprovechó una asistencia del capitán Raphinha a los 8 minutos de partido. El segundo
lo marcó el propio brasileño, que parece que tiene una marcha más que los demás,
tras rechace en el área. El tercero llegó de la cabeza de Íñigo, que se estrenó
como azulgrana en estas lides. Con este resultado se llegó al descanso, corto
para los merecimientos de los locales.
Tras
la reanudación Íñigo Martínez cabeceó al centro del área para que Lewy anotase
el cuarto de la noche. El resultado propició cambios y rotaciones, salió del
campo Lamine Yamal, que había hecho diabluras de crack, pero sin
marcar. Entraron los vitoreados Ansu Fati y Frenkie de Jong, tras
sus largas ausencias. Con tanto cambio el ritmo dio un bajonazo, similar a
cuando la coge Ferrán Torres. Además, Flick hizo debutar a Andrés
Cuenca, un central de 17 años, estamos a nada de que haga debutar a un
niño de 9 años. Redondeó la manita Camara en propia meta, tras centro de
Balde. Y el Barça sumó su primera victoria en esta Champions.
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