lunes, 4 de septiembre de 2023

El Barça suda sangre para ganar en El Sadar

 

Y si no que se lo digan a Gavi que acabó el partido con la oreja partida y tres grapas para frenar la hemorragia. Él y los demás azulgranas sudaron de lo lindo para derrotar a un Osasuna correoso y duro. Un equipo, el rojillo, siempre difícil en su feudo, donde el empuje de la afición se lo pone difícil a cualquiera, y el FC Barcelona no es una excepción. Los de Xavi consiguieron imponer su juego, y aunque no generaron demasiadas ocasiones de gol, supieron aprovechar las pocas que tuvieron a balón parado. De esta suerte anotaron los dos tantos que les valieron para derrotar a los de Arrasate por 2-1.




Los visitantes no disputaron uno de sus mejores partidos. De estos nos hemos tragado muchos la temporada pasada, pero como finalizaron la liga como campeones, pues hay que darlo por bueno. Yamal volvió a ser titular en Pamplona, pero el chaval no va a ser siempre el salvador de la patria, ahora tiene y tendrá marcajes más férreos, y los osasunistas son de “o pasa la pelota o pasa el jugador”, nunca los dos. Frenkie de Jong, el mejor del partido, lanzó un zapatazo al poste en los minutos iniciales, pero fue un espejismo, porque el Barça no conseguía meter miedo en tareas ofensivas. Incluso Osasuna tenía mejores oportunidades frente a Ter Stegen, con disparos de Arnaiz y de Oroz. Y cuando se acercaba el descanso con tablas en el electrónico, Gundogan sacó un córner que cabeceó Koundé al fondo de las mallas. Significaba el 0-1 en el 46, un gol de los tildados de psicológicos.

Tras la reanudación los visitantes prosiguieron con su espesura de ideas y de juego. Gundogan no acaba de andar fino y la ausencia de Pedri se nota en la elaboración. Al menos conseguía, a base de pases trenzados, diluir la posible reacción local, y que no amenazasen la meta de Ter Stegen. Con el paso de los minutos se movieron los banquillos. Osasuna puso sobre el césped todo su arsenal ofensivo: Budimir, Mocayola y Ávila. Fue “el Chimy” el que de un zurdazo desde la frontal anotó el empate, tras tocar en el poste. Corría el minuto 76 y el Barça que creía que le valía con la ley del mínimo esfuerzo tuvo que remar contracorriente. Así que también metió más madera: Rapinha, Ferrán y el debut de los dos Joaos (Cancelo y Félix). Tuvo que ser Lewandowski, tomándose la revancha de la temporada pasada, ya que fue expulsado en este mismo estadio, el que forzó un penalti, la expulsión de Catena y el segundo gol barcelonista. Con uno más el Barça contemporizó y administro su escasa renta para rubricar la victoria en Pamplona.

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