El FC Barcelona no quiso hacerle
regalo alguno al “ingeniero” Pellegrini en su 70 aniversario y le endosó
un 5-0 a su Betis, de aquellos que escuecen unos cuantos días, y que se
celebran a partes iguales en territorio culé y en las huestes del sevillismo. Y
eso que los verdiblancos dispusieron de algunas ocasiones para adelantarse en
el marcador. Koundé, que tanto demandaba volver a la posición de
central, no estuvo fino e hizo algunas concesiones al rival. De todos es sabido
que en casa de los grandes no materializar las pocas ocasiones de las que
dispongas te va a penalizar. Se cumplió esta máxima y el conjunto bético salió
escaldado del Olímpic Lluís Companys.
Se produjo el debut de los dos flamantes
cedidos, los portugueses Joao Félix y Joao Cancelo, lo del
lateral derecho promete, y fue una declaración de intenciones de lo que ya
sabíamos, que es muy bueno. Lo de Félix pintó bien, marcó el primero y asistió
en el segundo a Lewandowski, dejándola pasar y rompiendo la cintura a
los defensores, pero de ahí a darle el trofeo a más valioso del partido va un
trecho. El “menino de ouro” condujo el esférico en exceso, algo impropio del ADN
Barça, salvo que te apellides Messi; y perdió todos los balones en esas arrancadas.
Tampoco tomó las decisiones idóneas en el último pase, y se perdieron ocasiones
de gol que pudieron haber sentenciado antes el duelo. Dicho lo cual, correcto
partido de los dos “Joaos”.
Con el 2-0 se llegó al descanso. Y en la
segunda mitad el Barça siguió a lo suyo, ahora con el incentivo de la lesión de
Rui Silva, y al no estar Claudio Bravo debutó Vieites. Había
que disparar para comprobar los nervios del joven portero. El que mejor lo hizo
fue Ferrán Torres, que de disparo de falta combado lo batió por el palo
de la barrera. Tampoco le fue mejor al guardameta gallego con el zurdazo desde
la frontal que le soltó Rapinha. Ya iban cuatro y los de Xavi buscaban
la manita. La encontró Cancelo, con un recorte de crack, que dejó
sentado a su par y un derechazo cruzado que supuso el quinto y definitivo. El
Betis hacía rato que había dimitido, ni con el ex azulgrana Abde pudo
crear peligro. Tampoco el Barça, con cinco chicharros en el zurrón, buscó hacer
más sangre.
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