jueves, 4 de febrero de 2021

Messi y Griezmann llevan al Barça a las semis de Copa

 

En un partido épico el FC Barcelona se impuso al Granada en Los Cármenes, con un 3-5 final de locura, que da el pase a las semifinales de Copa del Rey al conjunto de Koeman. Discurría el minuto 88 y los azulgranas perdían 2-0 en este duelo copero a partido único, pero la actitud de los culés y las genialidades de Messi, Griezmann y Jordi Alba dieron un vuelco al marcador, clasificando al equipo que más se lo había merecido durante todo el partido.




El Barça salió dominando y jugando un fútbol de muchos quilates, pero sin el premio del gol. Los locales no olían el esférico y los barcelonistas se gustaban tocando el esférico y llegando con claridad a la meta de Aarón, que durante los primeros 88 minutos estuvo inconmensurable bajo palos, desbaratando todos los intentos de los Messi y compañía. Pintaba bien y las sensaciones eran inmejorables, pero a la media hora de juego llegó la típica pifia del zaguero azulgrana de la temporada 20-21, esta vez le tocó el turno a Umtiti, que se hizo un lío en la salida del balón, y en vez de dar un patadón, la pelota le llegó a Kennedy, que solo tuvo que empujarla. Era un 1-0 injusto, dados los méritos de unos y otros, pero, como se suele decir, a veces: el fútbol es así.

Tocaba remontar en el segundo acto, pero el asunto se puso más complicado cuando un balón en largo, pilló a toda la defensa visitante en el campo rival, Soldado le ganó el esprint a Umtiti y batió a Ter Stegen. Soldado, con su nuevo implante de nariz, pero con su misma cara desagradable de siempre, reía y se mofaba con su momentánea gesta. El Barça no se vino abajo, siguió intentándolo, acosando al oponente, hasta 18 córneres lanzó, tres veces se topó con los palos, y muchas más con el portero. Koeman puso toda la artillería sobre el césped, entraron Dembélé, Braithwaite y Riqui Puig, pero el gol no llegaba. Hasta que en el decisivo minuto 88 Messi la colgó para Griezmann, y este la cazó in extremis para colarla entre el poste y Aarón. El Barça estaba vivo. En el 92 Messi volvía a conectar con Griezmann, y este asistía con la cabeza a Jordi Alba, para que igualase la contienda y se llegase a la prórroga.

En el tiempo suplementario el Barcelona prosiguió en modo vendaval. Griezmann, entre las torres rojiblancas, cabezeaba el tercero a la red. Sánchez Martínez, que también demandaba su cuota de protagonismo, pitó como penalti una carga legal de Dest a Neva. Lo transformó Fede Vico, engañando a Ter Stegen. Pero el Barça, con Messi dirigiendo las operaciones, siguió atizando y martilleando a los granadinos. El rosarino disparó buscando su gol, lo desvió Aarón, que no pudo hacer nada cuando De Jong, recogió el rechace y marcó el cuarto. El quinto y definitivo llegó del zurdazo de volea que conectó Jordi Alba a pase de Griezmann. Soldado desde la grada ya no reía, ahora insultaba a Koeman y al banquillo blaugrana, mostrando que es un tipejo miserable y, al tiempo que exhibía la formación que le inculcaron en categorías inferiores. El Barça rió el último y rió mejor. Y ya está clasificado, merecidamente, para las semifinales de la Copa del Rey.

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