El Barça más épico se lleva la Copa

28 títulos de la Copa del Rey acumula ya el FC Barcelona en sus vitrinas, el rey de copas volvió a lograrlo y se llevó un trofeo muy merecido a tenor de lo vivido en el estadio Vicente Calderón, el Barça más épico de los últimos tiempos, jugando con diez desde el minuto 37 de la primera parte, demostró que es capaz de vencer contra los elementos. Y es que la expulsión de Mascherano por roja directa puso muy cuesta arriba el partido contra un buen equipo como el Sevilla.

No empezó entonado el conjunto de Luis Enrique, todo hay que decirlo, salió sin empuje, un tanto displicente, solo Messi ponía la garra y el desequilibrio en un Barça gris. El equipo andaluz consiguió templar al reciente campeón de liga, y lo maniató, de tal forma que lo dejaban llegar con peligro a las inmediaciones de Sergio Rico, tampoco Neymar y Suárez estaban demasiado entonados como para hacerlo. En esto que Iborra peinó un balón y la velocidad de Gameiro hizo el resto, "el jefecito" lo derribaba y veía el camino de los vestuarios. Busquets aguantó hasta el 45 ejerciendo de improvisado central.

Tras la reanudación se vio un Barça encerrado en torno a Ter Stegen, con Mathieu relevando a Rakitic. Era lo esperado, pero con algunas salidas a la contra del tridente, que no se llegaron a producir. Suárez se rompió en un control acrobático y todo parecía torcerse aún más. Tocaba la heroica para los azulgranas, hasta Iniesta defendió incrustado en un doble pivote, defendió el manchego pero también tuvo tiempo de dar un recital de regates, controles y posesión de pelota, que lo consagraron como el mejor de la final. En el 90 Neymar, que ya había despertado en la segunda mitad, provocó la expulsión de Banega. Y el duelo se fue a la prórroga en igualdad numérica.

Con las fuerzas al límite, decidió el de siempre, Messi, el mejor de todos los tiempos filtró un pase medido al desmarque de Jordi Alba, que inauguraba el marcador y dejaba hundido al Sevilla. El rosarino volvió a asistir en el segundo, esta vez a Neymar, que la cruzó al palo largo e hizo el gesto de que esto se acabó. El Barça ganaba la Copa, sumaba otra Liga y cerraba un temporada brillante que empezó con la Supercopa de Europa, siguió con el Mundial de Clubes y acabó con este grandioso doblete.