La final deseada por casi toda España: Bayern-Chelsea

Contrastando opiniones y deseos fervientes a pie de calle, hemos advertido que la final deseada por la mayoría de este país, era esa: Bayern-Chelsea. Que los medios de comunicación y los futboleros políticamente correctos divagásemos sobre una anhelada finalísima Barça-Madrid, no se correspondía con la realidad. En absoluto.

Si el FC Barcelona caía eliminado anteayer por el Chelsea, ayer era el Madrid el que hacía lo propio con el Bayern. Con ciertos paralelismos, como que ambos se adelantaron con un 2-0, que los clasificaba, pero que no supieron defender, y con fallos en los penaltis de sus máximas estrellas, Messi y Cristiano. Las disimilitudes residieron en que, mientras unos cayeron con honores, atacando hasta el último suspiro y con todo el Estadi aplaudiendo, orgulloso de ellos; los otros lo hicieron defendiendo hasta el minuto 120, y con sus aficionados silbando a algunos de los jugadores. No obstante, ni la mente más retorcida habría diseñado un desenlace tan macabro y cruel para los dos transatlánticos del fútbol mundial.

El clásico en la Liga del sábado, pasó factura a unos y a otros. A ambos les faltó frescura y clarividencia en sus respectivas semifinales. Por el contrario, londinenses y alemanes reservaron a la mayoría de sus hombres claves en sus correspondientes duelos de Premier y Bundesliga. Por azar o por sentido común, lo hicieron mejor que nosotros. El dichoso calendario comprimido sentenció a merengues y azulgranas, más a estos,  que tuvieron un día menos para descansar.

Un clásico en Múnich habría sido susceptible de múltiples onicofagias e infartos varios, pero no cabe duda alguna de que habría sido la madre de todas las batallas, el partido con mayúsculas. No podrá ser. Habrá que esperar otro año a ¿la final deseada por todos los españoles?