EL VOLCÁN DI STÉFANO ENTRA EN ERUPCIÓN

A vueltas con el dichoso volcán islandés, en Can Barça se sigue al minuto su evolución, para planificar la salida de la expedición azulgrana. No parece que vayan a existir problemas como los de hace un año cuando el Barça se tuvo que desplazar en autobús a Milán, con el consiguiente palizón entre pecho y espalda. Sí puede haberlos para los millares de culés que quieren apoyar al equipo en Wembley.

Volcán Grimsvötnm - Foto EFE

Mientras en esas dudas se mueve el barcelonismo, en la capital siguen mareando la perdiz los de la caterva cibelesca y los del relañato, con sus ensalzamientos y vanaglorias del trofeo “Pichichi”, obtenido brillantemente por Cristiano Ronaldo, y por el cual ayer recibió la felicitación pública del propio Lionel Messi.

Al mismo tiempo, tenían que encajar la bofetada de Alfredo Di Stéfano, que colocaba a cada uno en su sitio, viniendo a decir que ese trofeo individual no podía tapar la mediocre temporada de los merengues. De hecho, el presidente de honor blanco hacía unas cuantas reflexiones en forma interrogativa: ¿No se está abusando en los medios de tanto alarde por este logro?¿Se busca un consuelo ante la pérdida de la Liga?. Y lanza un aviso para navegantes: “Tampoco estamos en la final de Champions ante la mirada del mundo entero. Me queda la duda de si tanta publicidad para un récord está siendo algo muy rebuscado”-añadió la saeta rubia-.

Analizando fríamente las estadísticas, los datos revelan que CR7 ha hecho 53 goles en todas las competiciones, uno más que Messi, (a falta de la final de Champions), pero ha dado la mitad de asistencias que el argentino (12), mientras que Özil ha dado una asistencia más que Leo (25). En resumidas cuentas, se constata que lo que hace Messi en el campo es lo mismo que hacen juntos los dos mejores jugadores del Madrid, por algo es el mejor jugador del planeta.