EL ÚLTIMO CLÁSICO: QUE GANE EL FÚTBOL

FC Barcelona-Madrid, 20:45, por fin en el Camp Nou, después de tres clásicos consecutivos, dos en Madrid y uno en Valencia, llega el cuarto y último, el desenlace arriba a Barcelona, la madre de todas las batallas dirimirá y delimitará éxitos y fracasos de toda una intensa temporada. La final de Wembley espera a uno de los dos.

Se trata de toda una semifinal de Champions, del partido de vuelta, que se jugará en uno de los mejores estadios del mundo, donde todo estará dispuesto y acorde con la categoría que el evento exige, inclusive la hierba del terreno de juego. Contrariamente a lo que aseguró ayer el robot Karanka, articulado por Mourinho, el partido NO queda en un segundo plano, eso es lo que quieren vender a sus aficionados, pero de cara al mundo lo que vale es el fútbol, no las marrullerías y el juego rastrero al que incita el técnico portugués. Que luego le valen para justificarse cuando se queda con diez.

No cabe duda que será un encuentro disputado de poder a poder, donde se sufrirá por uno y otro bando, nada que ver con los dos clásicos del Bernabéu, en los que los madridistas se agazaparon atrás, con defensa a ultranza de la portería y buscando el empate a cero; y sí más parecido al que vimos en la final de Copa, pues hoy el “cerocerismo” no le vale al Madrid.

Esta noche importa el fútbol, claro que importa. El que estén los tres mejores futbolistas del momento, los que coparon el podium del Balón de Oro, dice mucho del fútbol y poco de los que no quieren jugarlo. Si Xavi contemporiza y se adueña del ritmo del partido, Iniesta oxigena y la toca con la elegancia que le caracteriza, y a Messi le da por representar el papel protagonista como lo que es, el mejor jugador del planeta, tengan por seguro que se jugará al fútbol.