Pero eso ocurrirá en otros clubes, no en el FC Barcelona. Aquí se generan noticias por doquier, no en vano, es el mejor equipo de la historia del fútbol. Y aunque estés dando la vuelta al mundo con escalas, siempre hay una televisión, un periódico o una “telaraña mundial”, world wide web que dicen los anglohablantes, que te revela y desgrana noticias del Barça. Así, en esta última quincena se han dado asuntos para rellenar treinta y tantos posts o más.
Una ida y una vuelta de la Supercopa de España, que a la postre alzó el Barça con solvencia, pero que nos preocupó ostensiblemente en el primer partido en Sevilla, cuando vimos a un equipo sin fondo físico y con considerables lagunas de preparación.
Un Gamper frente al Milan, que nos deparó poco fútbol, un empate, el primer gol de Villa con la camiseta azulgrana, las paradas decisivas de Pinto en los penaltis, que dejaron el trofeo en las vitrinas del Estadi. Así como un gesto con categoría por parte de Rosell invitando a Laporta al palco para celebrar la Liga conquistada. Y cómo no, un retorno triunfal de Ronaldinho al campo que le hizo grande, una merecida ovación que le tributó la grada y muestras de amor recíproco y eterno.
También pudimos seguir desde un hotel europeo el sorteo de una nueva Champions, que nos encuadró en un placentero grupo con rivales asequibles: Panatinaikos y Copenhague y un viejo conocido como el Rubin Kazan, al que ya toca ganar.
En cuanto a fichajes, a los ya conocidos de Villa y Adriano, se unió el de “el jefecito” Mascherano, que aunque no es Cesc “el deseado”, cabe recordar que en el Barça a veces segundas opciones, en algunas ocasiones fueron buenas.
Eso sí, por encima de todas estas informaciones, tuvimos la marcha de Ibrahimovic al AC Milan. Volvió a fallar el “feeling”, la “filosofía” o quién sabe qué. Pero uno de las adquisiciones más rutilantes y costosas de la historia del club, salió por la puerta de atrás, sin estar “molto contento”, rajando de Guardiola, y dejando tras de sí uno de los negocios más ruinosos que se han dado en Can Barça.
Y después de todo este maremagnum de noticias y revuelos, tras este compendio con tintes de popurrí, nos queda que el gran Barça volvió por sus fueros y ganó con autoridad al Santander en el Sardinero. Esto es lo realmente importante, que pese a dimes y diretes, Gampers y Supercopas, entradas y salidas, los cimientos del Camp Nou no crujen y el Fútbol Club Barcelona seguirá ganando.
Tras un largo estío con exceso de bolos veraniegos y con poco movimiento de fichajes, y los habidos, con nombres de poco relumbrón –a excepción de David Villa, claro está-, la primera división se puso en marcha y con el Barça regresó la esencia del jogo bonito, del juego de combinación, el fútbol por antonomasia. Volvieron los goles, la salsa de este bello deporte. Y todo tornó a la normalidad, como si no se hubiese producido parón alguno, como si el conjunto azulgrana estuviese ya muy rodado, cuando los ocho campeones del mundo todavía están prácticamente calentando y sin ritmo. Pero la maquinaria blaugrana necesita poco aceite para engrasarse, los mecanismos están muy automatizados y las conexiones, los engranajes y los acoplamientos funcionan a la perfección.

Claro que teniendo en cuenta, que tenemos a dos personajes en la directiva federativa como Villar y Fernando Hierro, dos tíos miserables tirando a muy miserables, la cosa no es tan sorpresiva. Nos coge vacunados contra espantos. La Federación desprestigia su propio trofeo. Inaudito a la par que miserable. Desde la cúpula del FC Barcelona nadie ha salido a la palestra para comentar la tropelía, tampoco desde web del club. Tan sólo Zubizarreta ayer y Alves hoy han dicho esta boca es mía, y han hablado sobre “el dolor y la injusticia” de la convocatoria. 
El resultado final K-L All Star 2 – Barcelona 5, a parte de quedar a un solo tanto culé de un marcador histórico (2-6), no permite extraer demasiadas conclusiones esclarecedoras, dado que el Barça sigue jugando con el filial reforzado por la presencia de alguno del primer equipo, como la de Ibrahimovic, que volvió a ser “ibralatas”, marcando el primer tanto azulgrana en el partido. La cuenta la completaron Víctor Sánchez y Soriano, ambos a pase de Tello, buena perla le birlaron los blaugranas a los periquitos.
En un momento previo, antes de la perturbación total de las facultades racionales, se comentó el enfado-indignación de Guardiola con el tema del “puto amistoso de los cojones” –como se le bautizó anoche entre esta panda del moco verde- de España contra México, menuda le ha caído al Barça (porque el Barça es tres cuartos de La Roja, o toda, si me apuran) por culpa de los tragabollos de la Federación, que no están sino para trincar dinero y tocar las pelotas a partes iguales. Bocachanclas y abrazafarolas fueron otros términos empleados para definir a estos dirigentes federativos que nos han caído en suerte/desgracia. Otros que, entre dieta alimenticia y dieta pecuniaria, están en idéntica tesitura ambigua que Ibrahimovic, esto es, con “kilos” de más.
En cuanto a la carrera, sólo Alonso y el desconocimiento del reglamento por parte de Vettel, evitaron un doblete de los Red Bull. Fernando estará esperando a ver si la abolición de los toros en Cataluña, llega a los “toros rojos” en el circo de la Fórmula 1. Porque de otra forma no hay manera. Es que no hablamos de unas milésimas más rápidos, hablamos ya de la estratosférica cifra de un segundo por vuelta. Inalcanzables. Aparte del drive through a Vettel, también le acompañó la suerte al asturiano con el abandono de Hamilton, celebrado por todo lo alto en todas las escuderías rivales. Webber se alzó con su cuarta victoria de la temporada, con una estrategia que ni en la escudería austriaca se imaginaban, tiró y tiró de neumáticos blandos hasta que sacó la diferencia precisa para poner los duros y mantener su primer puesto hasta el final. Carrerón del australiano. Con ese monoplaza y esa conducción apunta al campeonato, si su escudería “le deja”.