martes, 28 de octubre de 2025

Carvajal, el forofo cobarde

 Corría el minuto setenta del clásico entre Madrid y FC Barcelona cuando se lesionaba Valverde. El uruguayo quería seguir, dada la trascendencia del duelo. Carvajal que ya calentaba en la banda se desesperaba y hacía aspavientos porque su compañero seguía jugando, no se consumaba al cambio y él temía no poder hacer el ridículo que en su cabeza pusilánime había maquinado. Previamente, dar un par de patadas barriobajeras y empujar a Araujo cometiendo penalti, y lo esencial, lo que tenía entre ceja y ceja, avergonzar  inmisericordemente a un chaval de 18 años. Ahí se degradó aún más, pasando de ser ya famoso como Carvajal el cobarde a ser el archiconocido Carvajal el pedazo de mierda.

Daniel Carvajal siempre ha sido un tipo miserable tirando a muy miserable. Lo ha demostrado siempre que se enfrenta al Barça con sus acciones macarras y arrabaleras. También se definió como persona con su infame saludo al presidente del Gobierno, donde se ganó el apelativo de Carvajal el cobarde o Carvajal el de la derechita cobarde.

Cabe la posibilidad de que algún madridista descerebrado interprete la acción de increpar a Lamine Yamal como un gesto valiente y pleno de madridismo. Se equivocan, es solo la acción de un jugador acabado al borde de los 34 años, en busca de un protagonismo que ya no tiene, que pretende abusar de un jovencito de 18. Es, en definitiva, la representación de un futbolista mediocre reducido a forofo.

domingo, 26 de octubre de 2025

Un flojo Madrid le gana a un pésimo Barça

 Acudía el FC Barcelona con siete bajas (sin el capitán Rapinha, sin el goleador Lewandowski, sin el entrenador,...) a la cita del clásico en el Bernabéu, y salió trasquilado, con una derrota por 2-1 contra un Madrid de medio pelo. La victoria por la mínima de los locales fue justa puesto que los azulgranas no dieron la talla y no merecieron puntuar.  Los de Flick no están en su mejor momento, lo venimos diciendo desde hace un mes. Ni contra el PSG, ni contra el Sevilla, ni contra el Girona, ni mucho menos contra el Madrid, han sido capaces de igualar la intensidad y el fútbol que mostraron la temporada pasada. Bien es cierto que el Barça se presentó en la capital con poca pólvora en la delantera, y con Ferrán Torres y Lamine Yamal recién salidos de sus respectivas lesiones, y esto da pie a pensar que si los merengues con todas sus estrellas disponibles sólo ha podido ganar por la mínima a este Barça, tan cogido con alfileres, hay mucho margen de mejora para los culés. Esta sería la visión optimista. 

Dicho lo cual, el Barça no pudo inquietar demasiado al eterno rival y eso que se mantuvo en el duelo hasta los minutos finales, ya aque un gol lo puede hacer cualquiera, un rebote, un rechace, un córner,... Pero estaba claro que no era el día del FC Barcelona. Como tampoco lo era el de Soto Grado, un árbitro pésimo donde los haya, que ya ha perjudicado en varias ocasiones a los azulgranas, aquí quiso hacerlo desde el inicio, cuando en el minuto uno pitó un penalti a favor de Vinicius, cuando fue el brasileño el que le pegó una patada a Lamine Yamal y se tiró, que es lo mejor que sabe hacer este futbolista, lanzarse a la piscina. 

Lamine Yamal estuvo de suspenso todo el partido, quizás por la presión que se había metido él mismo en la previa. Y ante un Barça sin mordiente el Madrid empujaba y achuchaba. El gol de Mbappé se veía venir, y pudieron ser más pero los fueras de juego volvían a castigar a los locales. Empató Fermín en la única jugada trenzada de los visitantes. Pero fue un espejismo, porque al rato Bellingham recogía un balón muerto en la línea de gol para anotar el 2-1. En la segunda parte ya no se movería el marcador. Szczeszny, el mejor de los suyos, detuvo un penalti a Mbappé, y a partir de ahí el panorama para los barcelonistas fue desolador, corría el minuto 70, iban perdiendo y no había nadie en el banquillo para revolucionar el partido. Aunque también fue un poco vergonzante para todo un Madrid, tener que quitar a todas tus estrellas -Mbappé, Vinicius, y Bellingham- cuando ganas por la mínima y juegas en tu estadio. Un despropósito, pero tampoco es que los de Xabi Alonso jueguen a nada, y tres puntos frente a un Barça que te machacó con cuatro derrotas dolorosas el año pasado, pues eso, que se vio a un Madrid pobre y conformista. Eso sí, más líder en la liga.

miércoles, 22 de octubre de 2025

Un mal Barça le hace un set al Olympiacos

 El FC Barcelona goleó al Olympiakos de Mendilibar, en partido correspondiente a la tercera jornada de la Champions League, disputado en el Estadio Olímpico de Montjuic. El 6-1 final es tremendamente engañoso, ya que no muestra bien a las claras el horripilante partido que se marcó el conjunto azulgrana hasta que los griegos se quedaron con uno menos. Fue un desastre total de los de Flick, perdiendo innumerables balones desde la salida de balón, empezando por Szczeszny, continuando por Koundé, y hasta Cubarsí se sumó al despropósito. Con Frenkie de Jong en el banquillo, Pedri no daba abasto para sacar el balón jugado desde atrás. Toda la delantera griega y la medular empujaban como posesos a los defensores azulgranas y a los medios creativos. Ni con el primer gol, anotado por Fermín a trancas y barrancas, consiguió el Barça dar una mejor imagen ante los suyos. Al Barça no le duraba la pelota ni tres pases y el conjunto griego amenazaba la portería local. Era desesperante. Dro, justo antes del descanso, encontró desmarcado a Fermín y este anotó el segundo para irse a los vestuarios con una relativa tranquilidad.




Tras la reanudación Flick no hizo cambios y el Barça siguió igual o peor, jugando a lo mismo o sea a nada. Los visitantes aprovecharon para recortar distancias de penalti transformado por El Kaabi, en un lance rocambolesco solucionado por el VAR. Ahí se vislumbraba un punto de inflexión, con esa mínima ventaja y los del Pireo jugando mejor que su rival. Pero el hecho diferenciador llegó cuando al árbitro le dio la venada y expulsó injustamente a Hezze por doble amarilla inexistente. Los rojiblancos se hundieron, el Barça aprovechó la superioridad numérica y no tuvo piedad de su contrincante. Los goles fueron cayendo del lado blaugrana, Rashford, que estuvo espléndido, anotó un doblete de golazos y Fermín culminó su hat-trick particular, el cual le otorgaba el MVP. Entre medias Lamine Yamal había marcado de penalti.

El Barça, independientemente de los resultados, concatena ya cuatro partidos jugando de modo horrendo (PSG, Sevilla, Girona y Olympiacos). A cual peor y a cual sufriendo más. Obviamente está tendencia y esta línea de fútbol no da para presentarse con garantías el sábado en el Bernabéu, cierto es que el Barça tiene cuatro delanteros titulares lesionados, pero mucho tendrían que cambiar las dinámicas y el sistema para sacar un resultado positivo de la capital.

domingo, 19 de octubre de 2025

Araujo camufla las miserias del Barça

 

Se podría contar como que el FC Barcelona dio un golpe de autoridad o que resolvió a la heroica en el minuto 93, pero hay que decir las verdades sin pelos en la lengua: el Barça hizo un horrendo partido, sobre todo en defensa. Sin ritmo, sin velocidad en la circulación, un encuentro canalla, canalla, el que se marcó el equipo azulgrana en todas las facetas del juego. Solo se salvan el jugadón de Pedri, que se paseó por el área del Girona hasta que marcó con un pase a la red, y por supuesto el tanto de la victoria de “Talín Alexanco” Araujo. El uruguayo se presó a jugar de delantero centro los últimos diez minutos y anotó un gol de “9”, que habría firmado el mismísimo Lewandowsky.




No se sostiene bajo ningún concepto la defensa adelantadísima que “Don Cabezón” Flick quiere mantener a toda costa. No. De no ser porque sonó la flauta con el segundo gol, ahora estaríamos hablando de tres partidos sin ganar, y lo que es peor, contra tres equipos de muy distinto nivel, pero con un denominador común, que los tres, y por ende todos, han pillado el truco de la zaga adelantada a la medular y todos la rompen como si fuese un cuchillo en la margarina, con jugadores de segunda línea que salen disparados al pase al enorme hueco que queda entre la defensa y Szczesny (o Joan García). Hasta tres goles cantados tuvo el Girona rompiendo el fuera de juego, una se fue fuera, otra al palo y la tercera la detuvo el portero. No quita para que sea un suicidio colectivo, y a los culés no les gusta suicidarse, les gusta disfrutar del fútbol y, sobre todo, sobre todo: ganar. Y así no se va por el camino correcto. Urge un cambio de dirección, o mejor dicho un volantazo.

El conjunto de Míchel, a pesar de la derrota, sale reforzado de este duelo, y no solo por el golazo de chilena de Witsel, sino también por el juego colectivo ordenado. Puede valer para los locales como pequeña, muy pequeña, ínfima excusa que faltaba todo el ataque titular: Lewandowsky, Raphinha, Ferrán Torres, Dani Olmo, ... Fermín salió tras lesión. También se puede reseñar algún brote verde como el exquisito lanzamiento de falta al larguero por Marcus Rashford, la incorporación de Rooney, que saltó al campo aportando ese componente eléctrico que le faltó a sus compañeros toda la tarde, y por qué no decirlo, que sabe a gloria una victoria en el último suspiro, que además te aúpa al liderato de la liga.

lunes, 6 de octubre de 2025

La jodimos,... y bien jodida

 "La jodimos" repetía una y otra vez el narrador del partido Sevilla - FC Barcelona. Se refería a Vlachodimos, el portero del conjunto local, pero para los seguidores azulgranas fue un "la jodimos" en toda su extensión. Ya había empezado a fastidiarse todo cuando algún tuercebotas decide colocar un partido de fútbol a las 4 de la tarde en Sevilla con 34 grados, o también cuando los dos extremos titulares del Barça se lesionan a la vez, y por qué no: cuando un ingrato De la Fuente decide convocar a un Lamine Yamal un poco tocado y no le da descanso. También la jodimos cuando en un partido que defiendes el liderato sales sin la intensidad necesaria, o la jodimos cuando te pitan un penalti inexistente nada más empezar el partido, cuando un jugador del Sevilla se tira a la piscina descaradamente. Y también la fastidiamos cuando tienes un penalti para empatar a dos el partido y lo tiras fuera por mucho. La jodimos Lewandowski. O también cuando tienes ahí a un Dani Olmo, que hizo diez partidos buenísimos la temporada pasada y no volvió a hacer nada, y en la presente sigue por los mismos derroteros, haciendo nada de nada. 




Y después de tanta jodienda procede y es de recibo darle los méritos de los que se hizo acreedor el Sevilla CF. El 4-1 final puede ser hasta justo, si me apuran. Los andaluces también jugaban con 34 grados, aunque estén más acostumbrados, pero le echaron más bemoles, con una presión altísima que asfixió la salida de balón de Pedri y De Jong. Creando muchos problemas a la medular azulgrana y al mismo tiempo generando muchísimas contras y ocasiones de gol, cuando desbarataban la línea defensiva barcelonista. Especialmente lo hacía Isaac Romero que rompía el fuera de juego desde la segunda línea. Fue él, el que hizo el salmón tras un forcejeo con Araújo, tirándose sibilinamente y engañando al árbitro del VAR primero y al árbitro de campo después. Alexis Sánchez inauguraba el marcador de penalti mentiroso. Pero los locales seguían percutiendo dada la baja consistencia del rival. El propio Isaac Romero, después de un par de errores claros, marcaba el 2-0. En el último minuto Rashford acortaba distancias tras asistencia precisa de Pedri.

Tras la reanudación y con un par de cambios defensivos con la inclusión de Eric García y Balde, los de Flick mejoraron ostensiblemente, y a punto estuvieron de igualar la contienda si no hubiese sido por Rooney, que falló dos mano a mano con el portero la jodimos, perdón: Vlachodimos. Tampoco tuvo el día Lewandowski, que erró un penalti cometido sobre Balde, que habría supuesto el empate a dos y un partido nuevo. Con el Barça a la desesperada, el Sevilla anotó el tercero y el cuarto en el añadido -Carmona y Adams-, para culminar una goleada que hacía perder el liderato de la liga al Barça, dejándole muy tocado, y muy jodido.

jueves, 2 de octubre de 2025

Y de repente el PSG

Parecía que FC Barcelona tenía todo controlado, venía de ponerse líder en el campeonato doméstico, su estrella mundial, Lamine Yamal, se recuperaba de la lesión, el mejor mediocampista del planeta, Pedri, aseveraba que el Barça es el mejor equipo del mundo, … cuando de repente apareció el París Saint Germain, vigente campeón de Europa, para dar un puñetazo en la mesa y decir aquí estoy yo y a callar. Y efectivamente ahí está el PSG que se impuso 2-1 al conjunto de Flick, y eso que jugó sin su tridente ofensivo: Kvaratskheia, Doué, y el actual Balón de Oro, Dembélé.Todo hay que decirlo, el Barça está cogiendo ritmo, tomando velocidad de crucero y estos van como aviones. Se debe resaltar que el Barça dominó a su rival durante los primeros 35 minutos, pero los de Luis Enrique cogieron las riendas a partir de ahí y no las soltaron hasta el 90, donde asestaron el golpe definitivo, con un centro del incombustible Hakimi, que Gonzalo Ramos solo tuvo que enviar al fondo de las mallas.




Fue una lucha sin cuartel, un duelo de alto voltaje en el que ningún contendiente escatimó el más mínimo esfuerzo. Se adelantaron los locales en el marcador, como justo premio a un mejor juego, ya que los azulgranas habían domado a los franceses. En el minuto 19 La asistencia de Rashford la materializó Ferrán Torres en el primer tanto de la noche. No hubo concesiones y Mayulu en el 38 igualaba la contienda. Antes Lamine Yamal había dejado destellos de su clase mundial. En la segunda mitad fue un monólogo de los galos, con un hecho excepcional, que uno nunca ha visto en muchas décadas al Barça jugando en casa: minutos finales, con empate a uno, y Szczesny perdiendo tiempo, algo vio el portero polaco, que ya estábamos vislumbrando todos.

Otro gallo hubiera cantado si el árbitro, Michael Oliver, hubiese tenido las agallas suficientes, -que no tuvo- para expulsar a Nuno Mendes con 1-1 en el marcador, por la segunda tarjeta amarilla, tras dar una patada a Lamine al borde del área. Una doble amarilla de libro, que con 1-1 en el electrónico habría devengado otra historia. El traspiés no reviste gravedad. Eso sí, sitúa al Barça en un contexto en el cual no es único gallo del corral. Que si al curso pasado, donde se obtuvo un triplete de títulos, le faltó la Champions por conquistar, y para este es un objetivo, hay que darse cuenta que no será fácil obtenerla, que está el PSG y que también anda por ahí el Bayern. Y que, si el Barça ha empezado como una moto, estos dos van en cohete.