lunes, 15 de enero de 2024

Un desnortado Barça cae con estrépito en la Supercopa

 

El Madrid derrotó con contundencia al FC Barcelona (4-1) en la final de la Supercopa de España disputada en Arabia Saudí. El planteamiento de Xavi fue canalla y sus pupilos fueron incapaces de competir durante todo el partido. Y si hicieron un intento ya estaba allí el ínclito Munuera Montero para pital un “penaltito” o dejar al Barça con uno menos, cuando Araujo trata de dar a la pelota con el interior, claramente, y roza ligeramente al teatrero merengue de turno.




Xavi hizo una lectura horrible del encuentro, poniendo una defensa muy adelantada, y los veloces Vinicius y Rodrigo, al percatarse, daban palmas con las orejas. No fue el día de Araujo, pero menos de Koundé, un defensa sobrevalorado, que ni es central, ni es lateral, y que quedó retratado en dos de los cuatro goles que encajó Iñaki Peña. A los diez minutos ya perdían los azulgranas por 2-0, con dos contras mortales culminadas por Vinicius, dando por finiquitado el duelo, con ese bagaje en tan breve espacio de tiempo es difícil recuperarse. Trató de remediarlo Lewandowski, con un zapatazo desde la frontal, acortando distancias. Pero el árbitro no estaba por la labor y sancionó un toque de Araujo, que Vinicius aprovechó para tirarse con exageración y aspavientos. Que lo agarró del cuello, hemos llegado a oír en un medio de comunicación supuestamente serio como el Telediario1. El 3-1 transformado por el mismo brasileño fue ya una pesada losa.

En el segundo tiempo Xavi reincidió en el error. Sin cambios hasta el minuto 60, parecía que no quería agitar nada. Los tres de una tacada: Joao Félix, Fermín y Lamine Yamal, tampoco resolvieron nada. Estaba más cerca el cuarto blanco que el segundo del Barcelona, y así fue. Lo anotó Rodrigo, tras un mal despeje de Koundé. Tras la expulsión de Araujo pudo llegar la manita, pero el Barça capeó el temporal con diez. El Madrid fue superior al Barça en intensidad, en juego, en ambición, y en todo en general. La estrella del partido fue, indudablemente, Vinicius, con un hat-trick, pero su partido quedó empañado por su actitud chulesca, sus bailes provocadores, sus arengas al público árabe y su falta de respeto al rival. Estos deben ser los valores del Real Madrid ¿verdad señor Florentino?

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