Sufrió el FC Barcelona para llevarse los tres puntos del Martínez Valero (1-2), pero al final se llevó una merecida victoria, que certifica que este Barça del 2022 es otro Barça. Los azulgrana han cogido carrerilla, y de haber llegado Xavi con anterioridad, otro gallo cantaría. Obviamente no les va a dar para luchar por el título liguero, pero es conveniente seguir en esa línea porque de lo contrario se podría volver a las andadas. La victoria final se consiguió con remontada incluida, algo que ya casi ni se recordaba en los tiempos recientes.
Fue el tercer triunfo consecutivo, algo que también era cosa de otras épocas. El encuentro frente al Elche comenzó bien para los visitantes, con un Dembélé enchufado, dando muestras de su gran clase. De una media vaselina del francés estuvo a punto de llegar el primer tanto, inclusive del rechace que cogió Frenkie de Jong, pero lo sacó un defensor ilicitano sobre la línea de gol. Era difícil perforar la portería de Edgar Badía, que lo paraba casi todo. Cuando parecía que se llegaría al descanso con el marcador inicial, una pase atrás de Pedri dejó sólo a Fidel ante Ter Stegen, y lo batió de tiro cruzado. Exagerado premio para los locales.
Tras la reanudación Xavi introdujo cambios, entró Ferrán Torres. El Barça iba con todo. Era operación acoso y derribo. Los de Francisco se encerraron atrás, tratando de maximizar su gol, defendiéndose con orden. No lo conseguirían del todo, pues una de las internadas de Dembélé, consiguió rematarla Jordi Alba y Ferrán Torres la desvió para poner las tablas en el electrónico. El tanto no redimió al delantero valenciano, ya que posteriormente falló tres ocasiones claras. El Barcelona, ya con Memphis y Adama sobre el césped, merecía la victoria. La consiguió tras penalti señalado por el VAR. Depay lo convirtió en el 1-2, consiguiendo mantener la racha victoriosa de los culés.
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