No ha tardado mucho Xavi en el Barça en hacer retornar al Barça triomfant. Recuperando la mejor versión del Barça de otros tiempos endosó un humillante 0-4 al Madrid de Ancelotti. Solo hubo un equipo sobre el césped del Bernabéu, el FC Barcelona pasó el rodillo en el estadio merengue. Se merendó al Madrid en todas las líneas, haciéndolo parecer un equipo pequeño. De tal forma que a nadie le hubiese extrañado que el resultado hubiese sido un 0-7 ó un 0-8.
El Barça se pegó un festín en la capital comandado por un Busquets y un Pedri imperiales. Y si bien los once azulgranas que jugaron de inicio rayaron a gran nivel, cabe destacar al tridente atacante, que masacró a la zaga blanca desde todas las posiciones del rectángulo de juego. Y eso que Ferrán Torres falló dos goles cantados y Aubameyang hizo lo propio en un pase de la muerte de Jordi Alba, si no el resultado habría sido más lacerante y escandaloso todavía.
El Madrid fue un pelele en manos de un enorme Barcelona. Ferrán Torres y Dembele entraban por los extremos como un cuchillo en la mantequilla, sin que los mediocampistas locales oliesen el esférico. Así llegó el primero de un centro medido de Dembélé que remató de estilizado cabezazo Aubameyang. El segundo lo materializó de solemne testarazo Araújo, inmenso toda la noche, a la salida de un córner. Con ese marcador se llegó al descanso.
Tras la reanudación Ancelotti trato de arreglar el desaguisado, quitando a Modric de delantero centro y poniendo a un nueve de verdad. Tampoco le funcionó, el Barça respondió con dos golazos nada más iniciarse el segundo acto. Uno de Ferrán Torres qué batió de tiro cruzado a Courtois, y otro de Aubameyang, que marcó el cuarto de preciosista vaselina. El Barça olía la sangre y buscaba la manita, la tuvo Auba, pero se le fue fuera. El Barça contemporizó hasta el final y dejó un resultado de los que escuecen a la parroquia merengue.
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