jueves, 5 de abril de 2018

Un solvente Barça se impone a la Roma


El FC Barcelona dio primero en el partido de cuartos de la Champions League. Venció con más claridad en el marcador (4-1) que en el juego a un A.S. Roma un tanto desdibujado y que no mostró sus verdaderas armas en el Camp Nou, esas que por ejemplo eliminaron al Atlético de Madrid en la fase de grupos.

El conjunto de Valverde mostró su experiencia y su oficio ante un rival bisoño como el equipo romano, susceptibles de marcarse dos goles en propia meta de forma consecutiva. Los catalanes no plasmaron su verdadero fútbol, ese que otrora maravilla a Europa y al mundo, pero a golpe de suerte y talento endosaron cuatro dianas a Alisson. Las sensaciones en el Estadi eran extrañas, tan raras como el propio encuentro, en el que los locales dejaron hacer a los italianos. Pero estos se autoflagelaron en las áreas, en la suya propia y en la del rival. Demasiada candidez para alcanzar unas semifinales de Champions.
Los culés venían de dar una pobre impresión en el Pizjuán y tampoco ayudó una nueva composición en el once inicial, con dos laterales derechos, con Sergi Roberto incrustado en la medular. La estrategia le funcionó mejor a Di Francesco que al Txingurri. La acumulación de un medicampista más hizo que los barcelonistas se replegasen más de la cuenta, lo cual paradójicamente tampoco garantizó orden, ni posición, ni muchos menos control del esférico. Ni tan siquiera eso ayudó a Messi, más desconectado de lo habitual.
Los italianos llegaron a sentirse cómodos en el Camp Nou, incluso dominaban, mejor dispuestos sobre el césped. Ni con los dos autogoles el Barça cogió las riendas del choque. El tercero lo marcó Piqué, tras un rechace del portero, pero los visitantes no se rendían y achucharon a Ter Stegen, hasta que Dzeko acortó distancias. Luis Suárez anotaba el 4-1, que dejaba cierta tranquilidad para la vuelta.

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