El Barça derrota al Atlético y su dureza

El mejor FC Barcelona de la temporada dio un repaso de fútbol y de goles (3-1) a un Atlético de Madrid que una vez comprobada su impotencia se dedicó al juego rastrero, y en ocasiones rayando en la violencia. De hecho hubo una gravísima plancha de Giménez que clavó los tacos haciendo sangrar el tobillo de Neymar, susceptible de tarjeta roja, que no fue ni sancionada por el desacertado Undiano Mallenco.

El Barça, últimamente inmerso en sus debates internos, se dedicó a jugar al fútbol desde el minuto y se olvidó de polémicas, dando un baño a los colchoneros en la primera mitad, en la cual el tridente mágico azulgrana estuvo inmenso y desequilibró el duelo con dos goles que pudieron ser más, pues hubo varias ocasiones claras de los de Luis Enrique por ninguna de los rojiblancos. Neymar y Suárez marcaban los tantos en sendas jugadas dinamitadas por Messi.

En la reanudación los madrileños salieron a por todas, pero los culés no se descompusieron. Un penalti inexistente de Leo a Gámez lo transformó Mandzucik para acortar distancias. Simeone metió más madera al sacar a Torres por Gabi, pero el Barça solo sufría a balón parado. Hasta que el número uno mundial, Leo Messi, sentenció el choque con un gol en el área pequeña. Era el minuto 86 y el Camp Nou celebró, respiró y se reconcilió con todos los estamentos, y sobre todo con el fútbol.