Derbi de Reyes muy culé

Goleó y avasalló el FC Barcelona al Espanyol por 4-0 en el derbi metropolitano jugado en el Camp Nou. Tito Vilanova, que reaparecía en el banquillo tras su operación, se llevó el mejor homenaje posible que le podían ofrendar sus pupilos. Los 4 tantos conseguidos en los primeros 29 minutos fueron magníficos, pero no tanto como la sensación de poderío de los locales, propiciada por un fútbol excelso que no deja de ser admirado por propios y extraños.

Debutó el Barça en 2013 como si nada hubiese cambiado, el equipo azulgrana felicitó el año y la noche de Reyes a los culés dándose un festín ante sus vecinos catalanes, a los que arrolló sin compasión en una espectacular primera parte, de tal manera que quedó como uno de los derbis más dispares de los últimos tiempos.

Los goles fueron cayendo inexorablemente. Xavi, Pedro, en dos ocasiones, y Messi, de pena máxima, culminaron la obra maestra. Todos los tantos subieron al electrónico en escasos 20 minutos. En la reanudación, el delantero canario marcó otros dos más en posición legal, que el miope asistente no dejó subir al marcador.  

El soliloquio blaugrana fue colosal, con otra exhibición de toque y fútbol de salón, que empequeñeció a los blanquiazules, de tal forma que en vez de periquitos parecieron colibríes, desplegando un juego posicional en el que nadie parecía instalado en su ubicación correspondiente y al unísono todos llegaban, en lugar de estar. Fue una sinfonía coral sublime.

.