Reconstruyendo a Piquenbauer

El FC Barcelona obtuvo el martes pasado una meritoria e importante victoria en los octavos de final de la Champions, en un campo difícil y en un encuentro que tradicionalmente les ha sido adverso a los jugadores de Guardiola. Contrariamente a lo que debía ser, se ha hablado más del castigo a Piqué, que tuvo que verlo desde la grada, que de la relevancia del triunfo logrado ante el Bayer.

Para el club el asunto está cerrado. Pep habló de la admiración y el cariño que profesa al central internacional, y aquí paz y después gloria. Dos días después, nadie sabe a ciencia cierta el porqué de la supuesta penitencia, si bien es cierto que el bajo rendimiento de Gerard esta temporada, escenificado en el partido de Pamplona, hace que el aviso recibido parezca altamente recomendable.

Hay un viejo dicho que asevera que el halago debilita. Así, Beckenbauer ha hablado siempre maravillas de Piqué, alabando su brillante progresión, sus cualidades defensivas, y su salida de balón. Charlton también lo puso por las nubes, y al igual que “el kaiser”, ensalzó virtudes y habilidades que ya le hicieron destacar en Old Trafford. Tito Vilanova, comentó la temporada pasada, tras las bajas de Puyol y Abidal, el famoso: “sin él se nos caía el invento”.

El aburguesamiento del “3” azulgrana ha subido unos cuantos enteros esta temporada, en la que se percibe que no es el baluarte que se anticipaba en todos los balones, que le ganaba la partida a sus pares y que iba sobrado de velocidad en el cruce. Esto se comprueba fácilmente cuando se vuelve la vista hacia Mascherano, que lo hace todo con más revoluciones. Ahora más que nunca tiene la obligación de responder al toque de atención, hablamos de uno de los mejores centrales del mundo, debe volver a ganarse el puesto en el once, ha de ser de nuevo importante para el Barça, y conformar ese tándem intratable con Puyol en el eje de la zaga.