lunes, 10 de octubre de 2022

Un Barça a merced del Celta conserva el liderato

 

Venció el FC Barcelona a un buen Celta en el Camp Nou (1-0), dejando unas pésimas sensaciones de juego, de físico y de lo que viene a ser fútbol. Porque a esto último el equipo azulgrana jugó veinte minutos escasos. El resto fue un conjunto de intentos deslavazados de sucedáneos balompédicos. De hecho la segunda parte fue vergonzante para el público del Estadi y para cualquier culé que se precie. Un desastre en líneas generales, un sufrimiento de 51 minutos, que no hubo por donde agarrarlo, y en los cuales los vigueses fueron como una apisonadora contra la meta de un gran Ter Stegen, y en los que no se salvó ni un jugador barcelonista, todos colaboraron en esa catástrofe mayúscula, mezcla de sufrimiento e indignación.




Eso que comenzaron bien los de Xavi, con un Gavi aguerrido y un Pedri artista, los locales dominaban a un Celta timorato, que se encomendaba a su portero Marchesín. Ferrán Torres dispuso de un par de ocasiones, pero el valenciano no está ni se le espera. Raphinha también rondó el gol, pero se topó con el mismo protagonista. Tras otra mala noche de un desaparecido Lewandowski, tuvo que ser Pedri el que recogiese un mal despeje de Unai Núñez, para marcar a puerta vacía. Como a Munuera Montero le parecía buena ventaja, decidió no pitar un claro penalti sobre Raphinha, y al mismo tiempo hacer el ridículo con gestos de “piscinazo”. Otra aberración más a la lista de penaltis no pitados al Barcelona en este inicio de temporada.

Tras la reanudación, lo dicho, el conjunto de Coudet fue infinitamente superior al Barça. Y no se puede achacar a un bajón físico porque llevas una hora de juego, ya que desde el minuto uno de la segunda parte los celestes dominaron, presionaron, acogotaron a los culés, y tuvieron varias ocasiones de gol, mereciendo, con creces, el empate, y hasta la victoria, si me apuras. Bien es cierto que el triángulo mágico -Busquets, Gavi y Pedri- acumulan muchos minutos, con el Barça y con la selección, donde lo juegan casi todo. Pero es que se bajó el pistón, colectivamente, desde el minuto 46 hasta el 96. Fueron 51 minutos pusilánimes y patéticos del líder de LaLiga, que no auguran nada bueno de cara a los dos próximos compromisos: Inter y Madrid. Y recordar que contra los italianos… ¡solo vale la victoria!

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