El Deportivo de La Coruña salió escaldado del Camp Nou. El FC Barcelona
le infligió un duro correctivo (4-0), que pudo y debió ser mucho mayor, puesto
que los azulgranas estrellaron cinco veces el esférico contra los palos. A
nadie hubiese extrañado un marcador de escándalo tipo 10-0 de haber tenido Messi mejor puntería, hasta en tres
ocasiones se topó el argentino contra la madera, e incluso erró un penalti. No
era su tarde goleadora, que sí futbolística, puesto que el megacrack mundial dio otro de sus recitales haciendo ridícula, una
vez más, la entrega de balones de oro a otros jugadores menores.
Para colmo el otrora guardameta
barcelonista, ahora en las huestes coruñeses, hizo un partido notable, salvando
varios goles cantados e incluso el penalti antes mencionado. Eso por no hablar
de otro gol fantasma anulado al Barça, y ya van... Vamos que igual nos hemos
quedado cortos con el supuesto 10-0.
El conjunto de Valverde salió a por
todas desde el inicio, con un equipo titularísimo, a falta de Busquets, que con
cuatro tarjetas fue reservado para el Bernabéu. Iniesta y Messi crearon y
repartieron juego a su antojo, mientras Rakitic estuvo de lujo en el puesto de
"Busi". Con estos tres enchufados los goles eran cuestión de tiempo,
y fueron cayendo como fruta madura. Así se llegó al descanso con un 2-0, con
tantos de Suárez y de Paulinho, y la tarea medio hecha.
En el segundo acto llegó el vendaval
culé. Con Messi inspirado y golpeando a los postes, fueron Suárez y Paulinho
los que hicieron sendos dobletes. Y las ocasiones clarísimas para los locales
se fueron sucediendo, dejando contentos a los blanquiazules para encarar el
derbi gallego y a los catalanes muy finos con las miras puestas en el Clásico
del próximo sábado, al que llegan líderes destacados.
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