El Barça y una serie de catastróficas desdichas en París

El FC Barcelona empató a dos en el Parque de los Príncipes, ante un buen PSG, pero el buen resultado se vio empañado por una sucesión de fatalidades, primero Messi cayó lesionado al filo del descanso, luego 5 árbitros no vieron el clamoroso fuera de juego de Ibrahimovic en el gol del empate a uno, por si fuera poco, Mascherano se rompió el ligamento de la rodilla en un desafortunado choque con Alba, y para rematar la noche, los franceses empataron a dos en el último segundo.

Todo esto sin contar que el autor del primer gol parisino, Ibra, y de la asistencia del segundo, el mismo sueco, no tenía ni que haber jugado por estar sancionado, pero sí lo hizo, porque la UEFA, que nunca quita, ni rebaja una sanción, en esta ocasión hizo una sospechosa excepción.

El partido en sí no dio para mucho, no pasará a la historia por su brillantez. Empezaron los locales muy fuertes y tuvieron tres ocasiones para adelantarse en el marcador, pero fueron los azulgranas, que jugaron una primera media hora penosa, los que inauguraron el mismo, gracias a un centro de Alves, que controló Messi, cruzando el esférico lejos del alcance del portero. El lateral brasileño fue el mejor del duelo, siendo un quebradero de cabeza para Pastore y Maxwell, que en ningún momento pudieron con él.

En la reanudación, ya sin el mejor jugador del planeta sobre el césped, el Barça fue mejor, dominó el encuentro, con Xavi e Iniesta en plan ordeno y mando. En cambio fue el PSG el que igualó la contienda con el gol de Ibra en fuera de juego por dos metros. No se rindió el equipo de Vilanova, que reaparecía en el banquillo, y Alexis, que había fallado más que una escopeta de feria, provocó un penalti, que transformó Xavi en el 89. Quedaba la última desdicha, el tanto de Matuidi en el 94, tras disparo que desvió Bartra y despistó a Valdés, que a pesar de los dos goles encajados, tuvo una portentosa actuación. En una semana, la vuelta, sin Messi, pero con el Camp Nou empujando hacia las semifinales.

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