domingo, 5 de febrero de 2023

Un apocado Sevilla no fue rival para el Barça

 

Plantó el Sevilla FC un autobús en el Camp Nou, de los de dos pisos, tipo inglés. Ni los más viejos del lugar recuerdan al campeón de seis Europa League pasar por el Estadi con esas miserias. Fue un equipo rácano, que salió con cinco defensas y cuatro mediocampistas, cuyo único mérito residió en aguantar durante casi una hora las embestidas del FC Barcelona. Y de esta guisa no es extraño que los de Nervión lleven 20 años sin ganar en el Camp Nou. El líder no salió en tromba, la ausencia de Dembélé, y la lesión de Busquets a los dos minutos de partido, trastocaron los planes de Xavi.




Los comienzos fueron complejos para los locales, la entrada en frío de Kessié no contribuyó a un juego preciosista. No obstante el Barça fue haciéndose con las riendas del choque, llegando a acumular posesiones de esférico del 90% en determinados tramos del encuentro. Bono, que fue el mejor de los andaluces, tuvo que emplearse a fondo en varias ocasiones, en especial a tiro seco de Lewandowski, que a punto estuvo de colarse a pesar de la buena estirada del guardameta marroquí. La tuvo también Araujo con un cabezazo estratosférico que salió rozando el poste. Los visitantes pedían la hora para llegar vivos a los vestuarios.

Tras la reanudación el timorato Sampaoli dio varios pasos más atrás, hizo dos cambios ultradefensivos, quitó al único delantero puro que tenía, En-Nesyri, y dejó a Rakitic como referencia en ataque. Un suicidio en toda regla. El Barça comenzó a embotellar a los blancos. El tanto se veía venir. Kessié se inventó un pase filtrado a lo Laudrup, para dejar solo a Jordi Alba, que la cruzó ante Bono para inaugurar el marcador. Sampaoli siguió dejando muestras de surrealismo y le pasó un folio a Jordán con el nuevo esquema, el mediocampista estuvo como diez minutos tratando de asimilar el guirigay sobre el papelote y sobre el rectángulo de juego, hecho que ya aprovecharon definitivamente los locales para sentenciar. El finiquito salió de un pase de la muerte de Raphinha para que Gavi solo la tuviese que empujar al fondo de las mallas. El tercero y definitivo lo anotó el propio extremo brasileño, tras una sensacional asistencia de Jordi Alba. El Barcelona consiguió una nueva victoria, y aprovechó el tropiezo del Madrid en Mallorca para sacar 8 puntos a los merengues. Domingo redondo para los culés.

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