jueves, 16 de febrero de 2023

FCB-ManU: Partidazo de Champions en la Europa League

 

El FC Barcelona y el Manchester United empataron a dos tantos, en partido de ida de octavos de la Europa League. Y era esta competición, pero muy tranquilamente podría haber sido un duelo de Champions, a tenor del momento de forma y la entidad de ambos contendientes. De hecho si le echamos un vistazo a la máxima competición continental te encontrarías a un par de rivales, como máximo, de este nivel que exhiben azulgranas y diablos rojos. También el choque sirvió para ubicarse en su sitio y que esto no es la liga española, donde el Barça encadena seis triunfos consecutivos. Cuando hablamos de la Premier, hoy por hoy, son palabras mayores. Entre otras cosas porque tienen el dinero por castigo y exhiben músculo económico allá por donde van.




El duelo disputado en el Camp Nou, con un lleno absoluto, hizo honor a las expectativas. Buen juego, poderío, goles y emoción hasta el final. Quizás, a los puntos, fue un poco mejor el Man U, imponiendo con su poderío ofensivo, y con un Rashford que se sale, pleno de potencia y categoría. Los ingleses salieron a por todas y el peligro sobrevolaba el Estadi. No obstante, fue Lewandowsky el que casi inaugura el marcador. De Gea, que está siendo determinante con los suyos, le paró los pies al polaco. Acto seguido Weghorst y Sancho probaron a Ter Stegen, que también respondió satisfactoriamente. Pedri se lesionó y parece tema muscular. Mal asunto. Con el cerocerismo se llegó al descanso.

Tras la reanudación llegó la salsa del fútbol: los goles. ¡A pares! En el 50 Raphinha botó un córner y Marcos Alonso anotó de cabeza, dedicándoselo a su padre, recientemente fallecido. No hubo tiempo para asentar la ventaja, pues a los dos minutos Rashford soltó un latigazo y empató el choque. El propio delantero exhibió velocidad “boltiana”, con ella desbordó a la zaga culé y centró para que Koundé marcase en propia meta. Todo se ponía cuesta arriba, triple cambio de Xavi y a por todas. Le salió bien porque Raphinha puso un centro envenenado con rosca y la pelota se coló sin que la tocase nadie. El Barça resurgió y a punto estuvo de ganar, un desvió de Casemiro se topó con el poste de De Gea y el propio portero salvó el empate con otra gran parada. Ya había anticipado Xavi en la previa que no esperaba ninguna resolución inminente, y que pensaba que todo se decidiría en la vuelta en Old Trafford. Así fue, y la eliminatoria se dirimirá en Manchester.

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