Sorpresivamente y de manera fulminante, el bueno de Gerard Piqué se retira. Deja al club de su vida y de sus amores, el FC Barcelona. Y lo deja con la misma categoría con la que siempre vistió la camiseta azulgrana. Esto es, con muchísima categoría. Un señor de los pies a la cabeza, en su día afirmó con rotundidad que si no era útil para el Barça él mismo daría un paso al lado. Y tal cual lo ha hecho, sin importarle que fuese a mitad de temporada y sacrificándose por el club que lo formó como jugador y como persona. Nobleza obliga.
Se va a los 35 años, quizás podría haber seguido lo que resta de esta temporada y la que sigue, la clase la seguía teniendo, y la presencia. Era un central que imponía, no podemos decir lo mismo de Eric García o de Christensen, ni tan siquiera de Marcos Alonso, con todos los respetos para ellos. Lo deja perdonando un pastizal al Barça, y porque el runrún del Camp Nou y algunos silbidos desmemoriados así lo aconsejaban. Mejor quedar arriba, que tener algún fallo más y volver al Estadi en contra, máxime cuando aspira, seguramente, a presidir el club algún día, no demasiado lejano.
Abandona la práctica del fútbol tras ganarlo todo: Un Mundial, Una Eurocopa, 4 Champions League, 8 Ligas, 7 Copas del Rey, 3 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa, 6 Supercopas de España, una Premier League y una Copa Inglesa. 35 títulos en sus 35 años, sale a título por año el formidable zaguero blaugrana. De todos ellos 30 títulos con el Barça. No sabemos si es el mejor central de la historia del FC Barcelona, pero desde luego que con 30 títulos, si no lo es ahí le anda. Lo que no hay duda es que pone fin a una carrera gloriosa, plagada de éxitos y alegrías para los culés. Y desde TRICULÉ le deseamos lo mejor hoy, mañana y siempre. Y parafraseando al gran “Piquembauer”: Ya te conocemos, Gerard, volverás. Nos vemos en el Camp Nou. Visca el Barça!
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