El FC Barcelona se despidió de la Champions League 2022-23 con un triste triunfo ante el Viktoria Plzen, un 2-4 sin pena ni gloria, y lo que es peor con muchas dudas y pocas certezas para lo que resta de temporada, que es mucho y muy largo. Ni los cuatro tantos endosados al equipo checo, uno de los más goleados de la historia de la competición, deja buen sabor de boca al aficionado culé. Que además tendrá que pasar, sin remisión, por el purgatorio de la Europa League.
Tampoco Xavi, con la consabida eliminación, le daba demasiada relevancia al duelo, para empezar metió en el once a Iñaki Peña y a Pablo Torre, para que se fogueen un poco, ya que apenas han debutado de azulgranas. El partido comenzó bien para los visitantes, que a los cinco minutos ya mandaban en el marcador, con gol de Marcos Alonso, tras remachar un tiro a puerta de Ansu Fati. El Barcelona sobaba la pelota, sin profundidad, y los locales tenían sus buenas ocasiones, y se hacían grandes en su estadio del Doosan Arena. Ahora bien, el que perdona ya se sabe, y al filo del descanso llegó el mazazo de Ferrán Torres, que anotaba el segundo de la noche, tras asistencia de Jordi Alba. Así concluyeron los primeros 45 minutos.
Tras la reanudación los pupilos de Bilek acortaron distancias, tras penalti realizado por Pablo Torre, y transformado por Chory. No duró demasiado la algarabía en las gradas, ya que tres minutos más tarde Ferrán hacía el tercero, y firmaba su doblete particular, tras perfecta combinación con Raphinha. Chory no quiso ser menos que el valenciano y en el 63 volvía a percutir sobre la meta de Peña. Con la ventaja por la mínima podía pasar de todo, visto lo poca chicha que tenía el envite, pero Pablo Torre inauguraba su casillero como culé, marcando de tiro cruzado. Era el 2-4 y la sentencia. En el disparo se lesionó y fue sustituido por Marc Casadó, que debutaba con la casaca del Barça. Y poco a poco se fueron consumiendo los últimos minutos del Barcelona en esta Champions.
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